Esta sandwichera es el regalo que elegimos con un bono de esos del bingo de las ferias. Llevaba tiempo con ganas de una, pero no veía la necesidad pues tengo una plancha, así que cuando tuve que elegir no lo pensé mucho.
La verdad es que no acerté mucho, pero a caballo regalado no le mires el diente.
La razón por la que digo que no acerté es porque el antiadherente no es muy bueno. Al principio de maravilla, pero en pocos días de uso ya se pegaba un poco el pan y mucho mas a medida que se iban quedando restos, pues al tratar de limpiarla bien todavía se quitaba más el antiadherente.
El uso es muy sencillo. Montas el sandwich, lo pones en la sandwichera y cierras. Tiene una presilla que permite que el aparato se cierre aún mas y haga presión, de modo que los sandwiches quedan mucho mas prensados. Además te hace la marca para cortarlos en triángulos y justo en esa marca el pan queda más tostado. De hecho sella los bordes, de modo que aunque el queso se derrita se queda como en el interior. Con eso hay que tener cuidado porque muerdes y puedes llegar a quemarte con el queso fundido, casi líquido (todo depende del queso que uses)
Aunque puedes hacer cualquier tipo de sandwich, sólo lo recomiendo para mixtos o poco mas. Los sandwiches con muchos ingredientes acaban desparramados pues al intentar aplastarlos la tapa de arriba se desplaza.