Chanel Sublimage Fluide es una crema antiarrugas muy cara que me deja un cutis estupendo. Es una pena que sea tan cara. Una no puede darse siempre el capricho.
Se trata de un fluido regenerador de Chanel. Lo venden en tubos de 50 ml que cuestan 220 euros. Una pasta.
A mis manos llegó por primera vez en una muestra que me dieron en la perfumería de El Corte Inglés. Me gustó tanto que me animé a comprar el tubo. No se lo conté a nadie porque gastar tanto dinero en una crema en estos tiempos de crisis es un derroche.
Este fluido regenerador es sencillamente maravilloso. Es mucho mejor que cualquiera de las cremas antiedad del montón que tengas por casa. Se extiende bien al tener una textura fluida. Yo me lo voy aplicando dándome un suave masaje. Mi piel lo recibe muy bien. Nada más aplicarlo noto el resultado: me ha dejado la piel tersa, luminosa, con un brillo muy natural que me rejuvenece. Parece que he regresado a la adolescencia.
No es para menos llevando en su composición vainilla de Madagascar. De ahí sus efectos regeneradores inmediatos. También de ahí su suave aroma a vainilla.
La única desventaja del Chanel Sublimage Fluide es su precio prohibitivo. Lo demás son ventajas.
Me deja la piel tan suave y tan estupenda que suelo salir a la calle sin ponerme nada de maquillaje encima. En mi caso al menos no hace falta. Sólo cuando me lo pongo de noche, antes de salir, me maquillo. El Chanel Sublimage Fluide me sirve como base de maquillaje.
Intento que me cunda el envase y lo estoy consiguiendo gracias al dosificador que trae. Dado su precio elevado no soy nada generosa con las cantidades que me aplico. Tampoco hace falta porque es una crema líquida que llega con una poquita cantidad.