La Cocina de Toño, Salamanca, es un restaurante donde se come bien, pero tardan tanto en servirte que se te va el hambre. Pese a la lentitud de los camareros no les falta gente. No es para menos estando en la calle Gran Vía, 20, muy cerca de la Plaza Mayor de Salamanca.
Nosotros tuvimos suerte de encontrar sitio para el coche en la Gran Vía. suele ser bastante difícil los fines de semana y durante la semana laboral no se puede aparcar porque es zona azul.
Se come bien. Yo pedí un entrante de jamón ibérico de bellota y mi marido se decantó por una tabla de quesos de la tierra con membrillo. De primer plato me elegí el lenguado a la donostiarra con piquillos. Mi santo esposo no quiso nada de pescado. Había unas chuletillas de cordero lechal a la plancha y fue lo que pidió. De postre pedimos lo mismo: tarta de queso tostada.
En La Cocina de Toño, Salamanca, tienen una carta bastante variada: carnes, pescados, postres tan ricos como el tocinillo de cielo con sorbete de manzana o el sorbete de limón al cava.
Me parecen muy acertadas sus medias raciones. Son ideales para personas que no quieren engordar y también para los niños. Así no te desperdician la comida. Para mis hijas pedimos medias raciones de tortilla de patatas con bacalao. Les encanta la tortilla.
Si quieres comer más barato, puedes pedir el menú del día. Sale a unos 17 euros por cabeza y o está nada mal. Lo malo es que el menú del día sólo lo sirven de martes a viernes.
Os lo recomiendo. En el comedor tiene unas mesas lo suficientemente grandes como para que una familia de cuatro miembros como la mía esté cómoda. Es un local decorado con sencillez. Es una pena que los camareros no sirvan más rápido. Este restaurante vale mucho la pena por lo bien que se come y por el ambiente tranquilo que tiene.