Comfort Inn Toulouse, Ramonville Saint Agne: un hotel para estudiantes
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Scarlett2000
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Incidencias
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Acerca de:Hotel Comfort Inn Toulouse [Ramonville-Saint-Agne]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
El Comfort Inn Toulouse, Ramonville Saint Agne es un hotel para estudiantes. Fue lo que nos encontramos allí cuando estuvimos pasando unos días. Flipé. Lo que iban a ser unas vacaciones románicas se convirtieron en mis vacaciones más adolescentes en compañía de mi marido.
El hotel cuenta con dos edificios. Si sabes inglés, te entenderán un poco y sólo un pos en recepción. Los empelados sólo hablan bien su idioma, es decir, el francés. De español sólo saben los saludos habituales y la palabra siesta. Les debe parecer que aquí en España no hacemos más que dormir siestas.
Nos dieron una habitación muy funcional: cama de matrimonio, buen televisor de plasma, dos mesillas, una nevera, placas de vitrocerámica y un fregadero. No hizo falta que fuéramos al restaurante porque mi marido se pudo poner allí dentro en plan cocinillas.
Lo que me puso de los nervios fue el armario. No era un armario. Aquello era una estantería donde se suponía que yo iba a colocar mi ropa bien doblada. Ni se me ocurrió. Preferí dejarla en la maleta.
El cuarto de baño no tenía desperdicio. Salir de la bañera después de darte un baño rodeada de espejos me hizo sentir como si estuviera en un club de alterne ganándome la vida. Aquello era muy fuerte. Nos pudimos duchar gracias a que llevamos jabones y geles suficientes. No nos dejaron ni una pastilla de jabón para lavar las manos.
Lo pero fue cuando mi marido anduvo en un aparato que había en el cuarto de baño para regular la temperatura y acabamos casi a cuarenta grados en aquella habitación de estudiantes. Casi me da un ataque. Menos mal que uno de los empelados consiguió arreglar el desaguisado.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar este hotel. Para estudiantes está bien. Para un joven matrimonio enamorado queda bastante cutre.
El hotel cuenta con dos edificios. Si sabes inglés, te entenderán un poco y sólo un pos en recepción. Los empelados sólo hablan bien su idioma, es decir, el francés. De español sólo saben los saludos habituales y la palabra siesta. Les debe parecer que aquí en España no hacemos más que dormir siestas.
Nos dieron una habitación muy funcional: cama de matrimonio, buen televisor de plasma, dos mesillas, una nevera, placas de vitrocerámica y un fregadero. No hizo falta que fuéramos al restaurante porque mi marido se pudo poner allí dentro en plan cocinillas.
Lo que me puso de los nervios fue el armario. No era un armario. Aquello era una estantería donde se suponía que yo iba a colocar mi ropa bien doblada. Ni se me ocurrió. Preferí dejarla en la maleta.
El cuarto de baño no tenía desperdicio. Salir de la bañera después de darte un baño rodeada de espejos me hizo sentir como si estuviera en un club de alterne ganándome la vida. Aquello era muy fuerte. Nos pudimos duchar gracias a que llevamos jabones y geles suficientes. No nos dejaron ni una pastilla de jabón para lavar las manos.
Lo pero fue cuando mi marido anduvo en un aparato que había en el cuarto de baño para regular la temperatura y acabamos casi a cuarenta grados en aquella habitación de estudiantes. Casi me da un ataque. Menos mal que uno de los empelados consiguió arreglar el desaguisado.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar este hotel. Para estudiantes está bien. Para un joven matrimonio enamorado queda bastante cutre.
Fecha:07:31:18 09/06/15
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:hoteles, alojamiento, Francia
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