El exprimidor DHG EX-819 está tirado de precio. Me costó sólo 5 euros. Mi madre me decía que estaba tirando el billete pequeño, pero no fue así. Me ha salido bastante bueno.
Con este exprimidor puedes hacer un poco más de un litro de zumo de naranjas en un plis plas. Es tan fácil de usar que hasta mis niñas son capaces de prepararse solas el zumo. También es fácil su limpieza. Al ser desmontable, le vas quitando las distintas partes y las metemos en el lavavajillas. No hay que lavar nada a mano. Los fregoteos que los haga el lavavajillas que para eso lo tenemos en casa.
Yo le encuentro muchas ventajas. Por ejemplo, como trae doble cabezal,es decir, dos cabezales de tamaños diferentes, puedes usar uno para el zumo de naranja y el otro, el pequeño, para el zumo de mandarina. He probado a hacer el zumo de mandarina con el cabezal grande y no salía tan rico como cuando lo hacemos con el cabezal pequeño.
Os lo recomiendo. El exprimidor tiene espacio para recoger el cable. Así te queda todo más ordenadito en la encimera de la cocina. También valoro que no sea muy grande, al contrario. Es un exprimidor pequeño que ocupa poco espacio y que hace su trabajo tan bien como los exprimidores más grandes.
Su diseño es moderno, pero sin excentricidades. Es de color blanco y de cristal. Te queda muy estable sobre la superficie sobre la que la coloques. Sus dimensiones son de unos 23 cm.
Yo estoy muy contenta con él. No pensaba que me saliera tan resistente dado su bajo precio. Siempre piensas que lo barato te acaba dando malos resultados. No es el caso.
Me gusta también mucho que tenga una tapa protectora. Así queda más protegido cuando no lo estás usando, y también más limpio. En cuanto a su limpieza, yo lo desmonto y lo lavo pieza por pieza tras cada uso. Es la manera de conseguir zumos frescos.