El agua de perfume de White Linen no está entre mis favoritas, pero si entre mis imprescindibles y es que su olor a limpio me parece perfecto para un día especial, porque además de ser agradable, es una fragancia que tiene muy buena fijación.
La razón para la que no está entre mis favoritas es porque su olor es demasiado floral para mis gustos, que se inclinan más hacia lo cítrico y verde. Sin embargo, opino que White Linen huele muy bien y es una de esas colonias que no ofenden a nadie, por lo que se convierte en una excelente opción a la hora de hacer un regalo.
Sus notas de salida son florales. Se mezclan la rosa, el jazmín y el lirio para que nada mas echarla nos invada una explosión floral, que a mi me recuerda el suavizante que usaba mi abuela, por eso siempre pienso en ropa limpia, bien planchadita, cuando la utilizo. Eso me genera una sensación de bienestar impagable, que compensa la ausencia de cítricos.
Además, después de un rato esa explosión de flores se suaviza, dejando paso a un olor más fresco, más amaderado y es que de notas de fondo White Linen lleva Vetiver, musgo y ámbar.
La principal ventaja de esta agua de perfume es su fijación. Te dura todo el día en la piel, así que es perfecto para esas jornadas largas como bodas o salidas con los amigos, que sabes cuando sales pero no cuando vas a volver. Eso si, que no sea un día caluroso porque es una fragancia con cuerpo, así que con el calor puede que al final acabes un poquito harto de tanta flor.
Su precio no es pequeño, pero al tener que echarse poquito cunde un montón. Además, no se trata de una fragancia para usar a diario, así que la sensación de duración es mucho mayor. Yo la tengo hace un par de años y me queda un tercio. Además a mi me la regalaron, así que no me dolieron los 70€ que vale el tamaño de 60 ml, que es el grande. La verdad que es que un formato raro. También hay otro tamaño más pequeño, de 30 ml.