El legado de los espías de John le Carré: la mirada nostálgica del
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Cleo5
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Acerca de:El legado de los espías [John le Carré]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
El legado de los espías de John le Carré no es un libro que me haya gustado. Tampoco puedo decir que me guste en general lo que ha escrito este famoso escritor en lengua inglesa. Sus historias de espías están faltas de un hervor para mi gusto.
En esta última novela suya revisa un caso acontecido hace treinta años. Es una mirada nostálgica sobre su pasado. Smiley aparece en la última parte de la novela y le hace preguntas a Le Carré. Esto le sobraba.
Antes de llegar a la parte sentimental de la novela nos encontramos con Peter Guillam, colega y discípulo de George Smiley en los servicios secretos británicos que todos conocen como El Circo (un nombre ridículo) jubilado en una finca de la campiña inglesa pensando en regresar a Londres porque acaba de recibir una carta de los servicios secretos para los que tanto ha trabajado antes de jubilarse.
Van a investigar unas operaciones llevadas a cabo en plena Guerra Fría, unas operaciones en las que habían participado Alec Leamas, Jim Prideaux, George Smiley o el propio Peter Guillam. el pasado se mezcla con el presente. Antes hacían las cosas como las hacían y ahora la gente quiere que todo salga a la luz.
No me gustó y no os la recomiendo. Bueno, los fans de John le Carré deberían leerla. Para gustos colores. Dicen que no es tan buena como El espía que surgió del frío, por ejemplo, pero a mí tampoco me gustan las primeras novelas de este escritor ochentón que sigue teniendo tanto éxito a la hora de vender novelas de espías.
La trama no me apreció nada interesante. Sólo estoy de acuerdo con le Carré en una cosa: a esta generación no le va lo de la Guerra Fría. Ahora queremos quitar a la luz todos los trapos sucios del pasado. Encima esa mezcla del pasado y del presente lía mucho la novela. No sabes ni cuando vas para atrás ni para delante. Casi tienes que quitar papel y boli para ir haciendo anotaciones y no perderte con un argumento lioso y aburrido.
En esta última novela suya revisa un caso acontecido hace treinta años. Es una mirada nostálgica sobre su pasado. Smiley aparece en la última parte de la novela y le hace preguntas a Le Carré. Esto le sobraba.
Antes de llegar a la parte sentimental de la novela nos encontramos con Peter Guillam, colega y discípulo de George Smiley en los servicios secretos británicos que todos conocen como El Circo (un nombre ridículo) jubilado en una finca de la campiña inglesa pensando en regresar a Londres porque acaba de recibir una carta de los servicios secretos para los que tanto ha trabajado antes de jubilarse.
Van a investigar unas operaciones llevadas a cabo en plena Guerra Fría, unas operaciones en las que habían participado Alec Leamas, Jim Prideaux, George Smiley o el propio Peter Guillam. el pasado se mezcla con el presente. Antes hacían las cosas como las hacían y ahora la gente quiere que todo salga a la luz.
No me gustó y no os la recomiendo. Bueno, los fans de John le Carré deberían leerla. Para gustos colores. Dicen que no es tan buena como El espía que surgió del frío, por ejemplo, pero a mí tampoco me gustan las primeras novelas de este escritor ochentón que sigue teniendo tanto éxito a la hora de vender novelas de espías.
La trama no me apreció nada interesante. Sólo estoy de acuerdo con le Carré en una cosa: a esta generación no le va lo de la Guerra Fría. Ahora queremos quitar a la luz todos los trapos sucios del pasado. Encima esa mezcla del pasado y del presente lía mucho la novela. No sabes ni cuando vas para atrás ni para delante. Casi tienes que quitar papel y boli para ir haciendo anotaciones y no perderte con un argumento lioso y aburrido.
Fecha:08:29:23 31/01/18
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Votos:no disponible.
Categorías:Ocio y cultura
Etiquetas:libros, novelas, literatura, espías, espionaje
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