En Berlín nos alojamos en el RIU Plaza Berlin am Kurfürstendamm, un hotel limpio, bien ubicado, más moderno por dentro que por fuera y con alguna prestación que valoras como, por ejemplo, tener una tetera para preparar café e infusiones. Nos ahorramos dinero en cafeterías. Berlín es una ciudad cara.
Nos dieron una habitación amplia, luminosa, con una cama cómoda, con muebles de lujo, TV vía satélite de pantalla plana, caja fuerte, nevera, aire acondicionado y baño privado. El baño no fue de mi gusto. La habitación me pareció muy de hotel y cómoda. El cuarto de baño te metía una depresión con sólo entrar. Tenía las paredes de azulejos azules negruzcos. Era horrible. Tampoco los sanitarios eran lo mejor de lo mejor. Eran nuevos, eso sí, pero no me gustaron. La pileta, por ejemplo, se me hizo pequeña.
Es un buen hotel para turistas. Este hotel está ubicado en un edificio moderno de 18 plantas en el bulevar Kurfürstendamm de Berlín. Es fácil de encontrar. El RIU Plaza Berlin se encuentra a cinco minutos a pie de la estación de metro de Kurfürstendamm y de los famosos grandes almacenes KaDeWe donde puedes dejar la tarjeta vacía. Fue donde hice muchas compras, sobre todo los regalos para las niñas.
Os lo recomiendo. Tiene wi fi gratuita de alta velocidad en todas las instalaciones. La de nuestra habitación era estupenda. También me pareció estupendo que el acceso a la sala de fitness fuera gratuito. Mi chico decía que ya nos lo habían cobrado en el precio. Otros hoteles cobran bien y te cobran encima suplementos.
Este hotel está bien comunicado por transporte público con el resto de la ciudad. Como os dije, me parece ideal para turismo de vida nocturna y compras en la capital alemana. Es un hotel limpio, actual y te tratan de manera amable los empleados. Yo volvería sin pensarlo dos veces. Lo único que no me gustó fue el cuarto de baño de mi habitación. El desayuno, en cambio, me pareció muy bueno. En el restaurante también puedes comer y cenar a la carta si no te apetece salir a los restaurantes de los alrededores.