Todo lo que os cuente del Taj Mahal es poco. Hay que ir para disfrutarlo, para verlo, para creer que existe tanta belleza en aquellas piedras perfectas. No parece un monumento de este mundo. Así de perfecto debió haber sido el amor del emperador que lo mandó construir en recuerdo de su muy amada esposa. Allí están enterrados los dos en la parte central que está escoltada por cuatro alminares.
Yo fui a verlo con mi chico. Nos sentamos al lado del gran estanque rectangular y disfrutamos aquella belleza arquitectónica que iba cambiando de color según pasaban las horas. Esto se debe a las piedra preciosas que tiene incrustadas en los mármoles.
El Taj Mahal fue construido en mármol balnco translúcido. Es un mármol parecido al que ves en algunos panteones en los cementerios de Galicia. Mi chico no dice lo mismo, pero para mí el mármol es mármol. Mi madre compró para el panteón familiar una cubierta de mármol muy parecido al del Taj Mahal, sólo que no tiene las piedras preciosas. No somos millonarios.
Sea como sea el mármol os recomiendo ir a verlo. Está en Agra, cerca de Delhi. Agra es la antigua capital mongola. Es un monumento muy visitado por los turistas. También hay muchos lugareños. La gente se sienta al lado del estanque. Nosotros también nos sentamos. Te sientes como si estuvieras en el país de las mil y una noches. Es un lugar totalmente exótico.
Quiero volver con las niñas cuando sean un poco más grandes. Mis hijas tienen que ver aquella maravilla. No es lo mismo verlo en un vídeo o en fotos que verlo in situ.
Yo me emocioné mirando el Taj Mahal y no sólo por la belleza del monumento. me emocioné pensando en ese emperador al que le murió la esposa en un parto y quiso darle la mejor tumba, una tumba tan bonita que ahora siguen acercándose a sus restos. La mujer del emperador fue afortunada pese a su temprana muerte: todo el mundo mundial va a su tumba.