El mejor bocata de calamares que he probado nunca

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jorgeyorch84

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Acerca de:Restaurante El Calamar Bravo [Zaragoza]
Ventajas:Impresionante sabor
Desventajas:Que lo encuentres cerrado
¡¡Buenas a todos!!

Después de pasar unos días en la ciudad de Zaragoza el pasado fin de semana con el 15 de agosto festivo, éste fue uno de los restaurantes a los que fuimos a comer uno de los días que estuvimos por la capital aragonesa. En esta ocasión vengo a hablaros del restaurante El Calamar Bravo.

CARACTERÍSTICAS DEL RESTAURANTE

El Calamar Bravo es un restaurante que podemos encontrar en la propia ciudad de Zaragoza. Se ubica en la calle 5 de marzo en el número 14. Se trata de una calle peatonal junto a otros restaurantes, los cines y el hotel Goya, el más cercano al negocio. Para los que no conozcáis Zaragoza, se trata de una calle muy céntrica por lo que estaremos a poca distancia y tiempo de muchas de las atracciones turísticas que tiene para visitar Zaragoza.

El teléfono de atención al cliente es el 976 794 264.
Entre los platos que podremos degustar en su interior encontramos el bocadillo de calamares, patatas bravas, tortillas de patatas, boquerones y croquetas, entre otros.
El horario de atención al público es, por las mañanas de 11:00 a 14:45 horas y por la tarde noche de 18:00 a 23:15 horas.

UBICACIÓN

Este restaurante como ya he dicho, se encuentra situado en una calle peatonal muy cerca de los atractivos turísticos a visitar por Zaragoza. En las proximidades vamos a encontrar unos cines Palafox, así como el Paseo de la Independencia, la Plaza de España y la zona denominada El Tubo, entre otras.

Si te hospedas en el hotel Goya, el restaurante queda justo en la acera de en frente, tirando al lado izquierdo según sales por la recepción.

DECORACIÓN

Guiado básicamente por la mayoría de los productos que ofrece a sus comensales para degustar, el restaurante tiene un estilo pescadería parecido a como si estuviéramos en un mercado central comprando varios tipos de pescados.

Predominan en su interior los colores blanco y azul. Son azulejos de este color y luego cuenta con una amplia barra que se extiende prácticamente desde la entrada hasta los baños.
La zona del comedor no dispone de muchas mesas. En frente de la barra hay 5 mesas altas para poder comer o cenar estando sentados y luego al fondo, al lado de unas escaleras creo contar que vi otras dos mesas de las mismas características.

El resto de la clientela para poder degustar algunos de sus platos, podrán usar la misma barra donde te atienden pero no disponen de sillas altas pegadas a la barra, por lo que deberán estar todo el rato de pie.

MI EXPERIENCIA PERSONAL

Pues bien, os comentaré que a este restaurante no es la primera vez que hemos ido pero en la primera ocasión no tuvimos suerte ya que llegamos un poco tarde y ya habían cerrado.

Esta segunda vez, ya con más tiempo en Zaragoza, nos dirigimos allí directamente más o menos sobre la hora de comer y en esta ocasión sí tuvimos suerte ya que estaba abierto y además encontramos una mesa dentro, así que genial.

Lo primero de todo comentaros que tengo conocimiento de este restaurante gracias a un compañero de trabajo que trabajó conmigo el cual desde siempre ha vivido en Zaragoza y me lo recomendó. Me comentó que allí se comía el mejor bocata de calamares. Pues allá que fuimos.
La verdad es que si no conoces de su existencia creo que es difícil que lo encuentres ya que no se encuentra en una calle muy concurrida y puede pasar desapercibido. La calle principal, la más grande o importante queda a un lado y este restaurante se encuentra en una callejuela peatonal en un lateral por lo que para los turistas que no lo conozcan, pueden pasar de largo o ni siquiera pasar poe esta calle y por consiguiente, no encontrarlo.
Si por el contrario te hospedas en el hotel Goya, este restaurante está al lado así que lo más seguro que desde la recepción del hotel te lo recomienden.

Bueno, total que fuimos allí y esta vez tuvimos la suerte de encontrarlo abierto. Nuestra sorpresa fue que además no había mucha gente a esa hora sobre las 14:00 horas y encontramos una mesa libre que por la fama que tiene se ve que no es muy fácil encontrar sitio en su interior. No lo sé si otros días dispone de terraza en el exterior, al menos ese día no había terraza fuera.

Nada más sentarnos pensamos un poco qué elegir, la verdad que uno de los platos ya lo teníamos seguro, el bocata de calamares pero además pedimos unas patatas bravas para completar un poco la comida y no quedarnos con sensación de hambre.
Enseguida vino un trabajador muy majo que nos tomó nota de lo que queríamos. Pedimos además una lata de cocacola zero y una botella de agua.

Lo que más me llamó la atención es la cantidad de camareros dentro de la barra que hay trabajando. El que nos tomó nota se ve que se dedica a tomar nota a los clientes de lo que quieren pero enseguida se lo comentan a los de dentro de la barra. Pero el que está fuera solo es uno, dentro de la barra ya hay varias chicas que sirven las bebidas y luego varios camareros que sirven los platos en la barra cuando ya está listo todo. No sé el por qué de tanta gente, tendrán su función, pero ahí están.

La verdad que nos sirvieron todo bastante rápido y después de probar bocado a cada cosa tanto mi pareja como yo alucinamos del sabor de todo lo que pedimos.
El bocata de calamares os puedo asegurar que es el mejor bocata de calamares que he probado nunca. Éste venía con un pan blandito pero muy bueno y en nuestro caso lo pedimos con la salsa picante, que le da el toque perfecto a ese bocata.

Hay gente que pide el bocata de calamares solo, sin salsa, así que con salsa os podéis imaginar lo sabrosísimo que está.

Por otro lado las patatas también fueron una sorpresa. Por fuera estaban crujientes pero por dentro estaban super suaves y blanditas y si a todo esto le sumas las salsas que tenían por encima, ¡buah, que sabor! Además a su favor tengo que decir que tanto la salsa que había en el bocata como en las patatas era la justa y llega a todas por igual porque en algunos sitios la salsa se queda pobre.

Me requetechifló todo lo que probé ese día en El Calamar Bravo.
Por otro lado, la atención por parte del que nos tomó nota fue de lo más correcta y atenta. Todo lo que nos faltaba en un determinado momento era solventado por el camarero en un intervalo corto de tiempo. De los dos platos que pedimos en poco tiempo lo teníamos encima de nuestra mesa.
La decoración del restaurante no estaba del todo mal y a simple vista se le ve que es un negocio cuidado y limpio.

CONCLUSIÓN

Después de lo que os he comentado durante toda la opinión, entenderéis que se ha convertido en uno de los mejores lugares que comimos en Zaragoza, así que por supuesto que os lo recomiendo. No he probado otras cosas, pero lo que me recomendaron lo probamos y cumplió mis expectativas con creces.

Un saludo a todos.
Fecha:16:36:15 12/04/18
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes