Tuvimos la mala suerte de visitar el Museo Peggy Guggenheim de Venecia un día de lluvia y no pudimos disfrutar su estupendo jardín lleno de estatuas de escultores famosos. Por eso no descartamos volver pronto para ver el jardín con calma. Los interiores fue lo que pudimos disfrutar cuando estuvimos por allí.
El museo tiene obras italianas bellísimas, pero lo que más les gustó a mis hijas fueros las explicaciones del guía sobre la vida y milagros de Museo Peggy. Les encantan las vidas que se salen de lo normal. A mí me pasa igual: las personas que tienen unas vidas llamativas siempre me parecen más interesantes que las personas que se limitan a pasar por el mundo sin hacer ruido.
Mucha gente que visitaba el museo cuando fuimos nosotros lo hacía para conocer donde había vivido esta peculiar mujer. Los cuadros son bastante del montón. Mi marido decía que había cuadros que no los querrían en otros museos porque no tenían la calidad requerida para colgarse en las paredes de un museo. Me parecieron todos bonitos. Yo no sé de calidades sino de belleza.
Lo que debería mejorar es la entrada. Yo la hubiera limitado a un número de visitas determinado. Había mucha gente paseando por las salas. Esto te dificultaba ver las pinturas con calma. Había personas que no salían de delante de las pinturas de Picasso. Era el pintor más conocido de la colección de pintura moderna que se expone en este palacio italiano.
Os recomiendo visitar este Museo Peggy Guggenheim de Venecia aunque sólo sea para conocer la casa donde vivió Peggy. a mí me gusta ver las casas que fueron hogares. Un museo en un edificio construido para museo tiene menos gracia y menos interés para el visitante.
También os recomiendo comprar la audioguía. Te ayuda mucho a entender las pinturas y te evitas un guía que va a su aire. Nosotros teníamos guía. Mi cuñada, que también visitó este museo compró la audioguía y disfrutó mucho más la visita.