Para mí Motril es la ciudad de los bellos jardines. Me encanta su Parque de los Pueblos de América. Mi marido, en cambio, dice que es la ciudad de las playas bonitas. No le fata razón. Lo malo es que las playas de Motril están siempre que vamos hasta los topes. Casi tienes que pelearte por un sitio para la toalla.
Mi suegra nunca sale de la playa. Yo creo que es para que no le quiten el sitio de su silla-hamaca. Mientras ella se dora al sol del Mediterráneo, servidora va de museos. Mis hijas necesitan cultura de la buena. las llevo siempre al Museo de la Historia y al Museo de Prehistórico de la Caña de Azúcar. Por la zona hubo una gran producción de azúcar desde tiempos inmemoriales. Por eso se explica la existencia de museos sobre el azúcar, un condimento que hoy en día no tiene buena prensa.
Los museos son muy modernos. Por ejemplo, La Casa Garcés, del siglo XVII, que alberga el Museo de Historia de Motril (MHIMO), es un lugar donde las distintas etapas de la ciudad son contadas con la ayuda de las nuevas tecnologías. Esto hace el museo más atractivo para todos, sobre todo para los niños. A mis hijas les pones delante una pantalla y quedan tontas mirando. Personajes históricos, como la madre de Boabdil, dan la bienvenida al visitante, antes de adentrarse en un interesante recorrido por el tiempo en las distintas pinturas que cuelgan de las paredes.
En Motril hay muchas iglesias y también hay monumentos civiles que merecen la pena ser visitados. Pero, algunas veces, hay que pasar de tanto templo y de tanto monumento y disfrutar de lo mejor de Motril: sus playas. Os recomiendo la Playa del Poniente, una playa urbana con una ocupación media alta. Si te gustan las playas urbanas, la Playa del Poniente será perfecta para ti. Motril bien merece una visita. Por eso os recomiendo pasaros por esta ciudad de la provincia de Granada.