Acerca de:Hostal Goya [Salamanca]
Ventajas:Más o menos por El Centro
Desventajas:Habitaciones un poco pequeñas, algunas
¡¡Hola a todos!!

Hace ya unos años de mi estancia en este hostal ya que decidimos pasar allí unos días gracias a la festividad de San Prudencio, donde teníamos unos cuantos días más de fiesta de lo normal en nuestra provincia. En esta ocasión me gustaría hablaros del Hostal Goya.

Este alojamiento se encuentra en plena ciudad de Salamanca, no precisamente en pleno centro de la ciudad pero está bastante cerca del mismo. Ésto hizo que el alojamiento nos resultara más o menos barato y nos gustó la ubicación. Hicimos la reserva por teléfono, llamando directamente al hostal y reservamos dos habitaciones.

Al llegar a Salamanca después del viaje, llegamos sobre las 18:00 de la tarde y aunque todavía era de día y conocíamos la dirección, nos resultó un poco lioso encontrar el hostal ya que se encuentra en una calle un tanto larga y bien ancha, por lo que no sabíamos si se encontraba al final o al principio o en una acera y en la otra. Gracias a un semáforo, pudimos ver el letrero bien pequeño donde pone Hostal Goya, situado en la primera planta. A los dos lados de la calle que ocupa el hostal, venía el letrero de hostal pero sin nombre.

Aparcamos el coche en una calle trasera, muy cerca del alojamiento. Tras coger nuestras pertenencias, nos dirigimos a la puerta principal. Se trata de un portal, con más vecinos, pero en una parte de la primera planta es el hostal. Subimos por las escaleras. Allí nos encontramos la típica puerta que hay en todos los pisos con una pequeña recepción. Nos atendió un señor, el cual nos dijo el número de nuestras habitaciones y nos indicó bien claro, que no se podían formar grupos, que cada uno en su habitación, íbamos cuatro.

Nuestra habitación, en la que dormí yo al menos se encontraba muy cerca de la recepción donde nos atendió el señor. Era una habitación muy pequeña, tenía un pequeño armario empotrado donde para los pocos días que fuimos opté por no sacar nada de la maleta. La cama nos resultó cómoda, aunque también es cierto que después de venir de estar de fiesta toda la noche por Salamanca, cualquier cama es cómoda. Detrás de la puerta de entrada, estaba el baño. Éste no tenía una puerta fija, tenía una puerta a modo de acordeón que se recogía para poder entrar en el baño, el cual era totalmente minúsculo. Tenía lo justo, una ducha minúscula, un lavabo y el retrete. Por otro lado la habitación estaba dotada de una mesa de escritorio un tanto vieja. Lo peor de la habitación eran nuestras vistas, que daban a un patio interno de lo más siniestro y la decoración, que no era muy allá.

Nuestras dos amigas durmieron en otra habitación del hostal. Había que recorrer un estrecho pasillo recorriendo las demás puertas del resto de habitaciones hasta llegar a la habitación que se les asignó a ellas. El pasillo nuevamente no podía tener una decoración peor, los cuadros eran bien feos, pero para gustos los colores.

La habitación de ellas la verdad que estaba mucho mejor y era más grande. Estaba pintada de amarillo y estaba formada por dos camas individuales con las colchas de color rosáceo. En mitad de las dos camas una mesita que tenía el mando de la televisión, ésta colocada en una esquina colgada y un teléfono. Encima de las camas había unas pequeñas lámparas pegadas a la pared alumbrando cada una de las mismas. Para que os hagáis una idea, el cabecero de la cama eran unas forjas de hierro pegadas a la pared, la cuales eran independientes de cada una de las camas porque antes de salir de fiesta nos reunimos en esta habitación para beber y cenar algo e hicimos un hueco en el suelo de la habitación separando cada una de las camas hacia los lados.

Las vistas de esta habitación por otro lado, no tenían nada que ver con la que dormí yo. Ésta habitación tenía un pequeño balcón que daba a la calle principal. Detrás de la puerta de entrada a la habitación, una puerta que daba acceso al baño. Éste también era bien pequeño, parecido al nuestro.
En la pared de en frente a las camas había otra mesa, acompañada de dos butacas a ambos lados de color amarillo y un espejo encima de la misma.
Nuestra estancia fue corta, estuvimos un par de días y estuvimos bien. El baño para mi gusto es demasiado pequeño, fue un tanto incómodo usarlo. Las vistas de mi habitación eran horribles, las de la otra habitación no tanto, dando a la calle principal donde había algo de vida. En cuanto a la limpieza de ambas habitaciones, estaba correcta, todo estaba perfectamente ordenado y limpio. La verdad es que para ser un hostal, no está mal, pero no dudo en probar otro alojamiento si vuelvo a ir a Salamanca, quizás con unos pocos más de lujos.

Para los días que fuimos, nos salió barato y funcional, ya que nuestra idea era visitar la ciudad y salir de fiesta y la verdad que estábamos a poca distancia de los numerosos bares que tiene esta ciudad para disfrutar y pasarlo bien.

Os recomiendo la estancia si necesitáis algo barato y para pocos días. Si
vais a ir más tiempo yo os recomendaría otro alojamiento. Espero por otro lado que tengáis más suerte que la habitación que me tocó, por ejemplo las de mi amiga estaba bastante bien pero la nuestra era un poco fracaso.

Un saludo a todos.
Fecha:15:13:34 17/05/18
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes