¡¡Hola a todos!!
Este hotel fue otro de los que me tocó en el concurso de Trivago del Valle de Arán. Pude disfrutar de él después de pasar dos días en otro alojamiento del pueblo de Vielha. En esta ocasión me gustaría hablaros del hotel Anglada.
Este hotel se encuentra situado en el pueblo de Vielha, en el Valle de Arán. Se ubica en una calle estrecha no peatonal, cerca de una plaza del pueblo y con fácil aparcamiento en los alrededores. La fachada desde fuera ya da presagio de lo que nos vamos a encontrar en su interior. Se trata de una fachada de tres pisos, con una cristalera en la planta baja y una puerta de acceso en la parte derecha. En el piso superior se puede ver algunas ventanas de las habitaciones.
Mi primer contacto con el hotel fue un poco desastroso. Estando en Vitoria llamé al hotel para concretar la fecha de mi alojamiento y me atendió un señor donde el trato fue un tanto aspero. Tras explicarle todo, el concurso de Trivago y la página en sí, me indicó que yo allí no iba a ir, que no se creía nada y que a él no le habían informado de nada, así que yo no iba a ir a ningún sitio hasta que le pagaran o pagase. Me dijo que si no le llamaba la página de Trivago, que nada de nada. Días después le llamé y la atención por su parte fue totalmente diferente, algo más amable.
Al llegar al hotel nos atendió el mismo señor que me atendió por teléfono. Resultó ser físicamente tal y como me esperaba por la atención que me prestó en el teléfono. Nada más entrar por esa puerta, nos encontramos con una pequeña recepción de forma redondeada. Por cierto, la puerta de acceso un tanto incómoda porque se abre hacia la calle y cuenta con unas pequeñas escaleras, por lo que el acceso con las maletas es un tanto incómodo.
Si físicamente desde fuera el hotel no me atraía nada, por dentro la sensación que me dio fue aun peor. De primeras el olor que había era un tanto desagradable, olía como a cerrado, con poca ventilación. El dueño nos dio la posibilidad de elegir entre dos habitaciones, y según estaba viendo el hotel, le dije que a ver si nos dejaba las dos llaves, veía las habitaciones y elegía cual nos gustaba, a lo que él accedió.
Las dos habitaciones que nos dio a elegir estaban en la primera planta, aunque había una planta superior con las habitaciones plantadas en lo que es el propio tejado. Para acceder a los pisos superiores no hay presencia ningún ascensor. Tanto en la primera planta como la segunda, hay un pequeño descansillo de forma cuadrada donde se pueden ver todas las puertas de las habitaciones.
Al entrar en una de las habitaciones, nos encontramos con un minúsculo pasillo que acababa en un pequeño espejo con el lavabo implantado en mitad del pasillo. A un lado una puerta con dos camas, una habitación más o menos decente en tamaño. Al otro lado una pequeña puerta que accedía al retrete en un habitáculo de 2 metros cuadrados como mucho y detrás de la puerta la ducha con una cortinilla. La otra habitación según abría la puerta ya te topabas con una de las camas, la otra cama estaba en frente al lado de una televisión y una ventana que daba a la calle principal. Al lado de la segunda cama una puerta que daba a un minúsculo baño dotado de un espejo, lavabo, retrete y una bañera minúscula, nuevamente con una cortina.
Elegimos esta habitación por el simple hecho que el baño era mucho más decente, con ventana propia. Aun así ninguna habitación tenía desperdicio. La habitación que elegimos creo que fue la 105, tenía dos camas, una mas ancha que la otra con las colchas extremadamente viejas, peor que las que tienen mis abuelos en el pueblo. La habitación en sí nuevamente era pequeña, no había mucha movilidad ni posibilidad de dejar las maletas en un sitio decente que no molestaran. A un lado había un armario empotrado pero pasé de dejar la ropa ya que había hasta telarañas. El baño al igual que el resto del alojamiento, viejo.
Lo mejor de toda la habitación, la televisión. De pantalla plana y de marca buena que se veía con buena nitidez y con un sonido perfecto, lo que me hizo pensar que con esto del TDT no le quedaron más remedio que cambiar todas las televisiones, porque hasta la de una sala que había al lado de la recepción, era de las modernas. Nuevamente tuve que fumigar la habitación con mi colonia porque no aguantaba el olor a viejo o a cerrado de la habitación. Además, la cortina de la ventana estaba como carcomida por el sol.
Lo peor de todo fue a la mañana siguiente de nuestra primera noche. Aprovechando que no ofrecían desayuno en este hotel, optamos por descansar lo máximo posible. Cuando estábamos dormidos, a primera hora de la mañana oigo unas llaves que abrieron en cuestión de segundos la habitación para hacernos la habitación. Me vieron a mi de pleno, durmiendo además del consiguiente bote por el susto de que entraban en la habitación y estábamos aun durmiendo. Enseguida cerraron y siguieron haciendo el resto de las habitaciones. Y digo yo, ¿que cuesta tener unas tarjetas de esas de plástico que digan que no molesten o que hagan la habitación? No había posibilidad alguna de saber si estábamos o no durmiendo.
Ese día, tras llegar de ver el Valle de Arán nos indicaron los dueños que nuestras camas no estaban hechas ya que la chica que se encargaba de limpiar las habitaciones, ya se había ido. Le indiqué que no pasaba nada por ser educado, pero viendo las características del hotel ya me lo esperaba.
Otra de las sorpresas que tuvimos en la habitación fue la presencia de una colilla apagada bajo mi cama, y yo no fumo, así que entre la telaraña del armario y la colilla, no creo que se esmeren demasiado por limpiar. Por otro lado el trato con los dueños fue un poco frío, se pasaban el día en una sala que tenían viendo la televisión, así que entrábamos y salíamos casi desapercibidos.
Por todos los detalles que os he dado yo sinceramente no os recomiendo que os alojéis en este hotel. Además he mirado la web oficial y me parecen unos precios bastante lejos de la relación calidad-precio y tampoco creo que deba tener dos estrellas de categoría.
Un saludo a todos.