Me vino bien alojarme en el Hotel Ibis Girona para andar un poco. El centro de esta bella ciudad catalana me quedaba a unos 15 minutos de caminata desde la puerta del hotel. Aprovechando que estaba sola, en viaje de negocios, pude dar las caminatas sin prisas y sin pausas. El Ibis Girona cuenta con aparcamiento gratuito, lo cual me vino muy bien para dejar mi coche. Había llegado a Girona conduciendo mi propio automóvil. También me vino bien que estuviera el bar abierto las 24 horas. Me gusta tomar el café antes de acostarme. Puede bajar a las doce de la noche a tomar el café en el bar. Este hotel te viene muy bien para ir al hospital. Está a solo 250 metros del hospital Josep Trueta y a kilómetro y medio del centro histórico de Girona. Yo me ponía en el centro en unos 15 minutos.
La decoración del hotel es discreta, funcional. Las zonas comunes del Hotel Girona Ibis están decoradas con colores alegres y tienen mucha luz natural que evita la molesta luz artificial. me dieron una habitación pobretona, como llama mi padre a estas habitaciones de paredes pintadas de blanco desnudas, muebles de Ikea y suelos de tarima de madera a juego con el color de la cama. nada lujos había en mi cuarto. Todas las habitaciones de este hotel son funcionales y disponen de aire acondicionado, televisor vía satélite con pantalla plana y un baño con secador de pelo que no es gran cosa, al menos el que me dejaron a mí. En la planta baja hay un ordenador con conexión a internet gratuita. Yo no lo probé porque estaba siempre ocupada. Acabé en un ciber para evitar lo mucho que cobraban por conectarte a la Red de Redes desde la habitación.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar este hotel. La gran desventaja que le encontré fue que no tuviera conexión wi fi gratuita en las habitaciones.