No hay nada mejor que una casa rural cuando quieres pasar unas vacaciones tranquilas con la familia o hacer alguna celebración familiar. Nosotros fuimos a La Quinta Del Chocolatero para celebrar la jubilación de mi suegro. Es una casa rural que ocupa una antigua fábrica de chocolate rodeada de jardines preciosos en la reserva natural de la Sierra de Gredos, en plena naturaleza. Está dividida con apartamentos. Los hay mejores y los hay con menos comodidades. Nosotros cogimos dos de los que tienen bañera de hidromasaje.
Los apartamentos están distribuidos en torno a un patio central y cuentan con paredesvila: esas paredes de piedra vista que a mí no me gustan mucho. Menos me gustan los techos con vigas, pero reconozco que le dan un aire muy rústico a las casas. Esta casa rural tenía vigas de madera por todas partes. El salón con sofás, chimenea, televisor y reproductor de DVD fue donde más tiempo pasamos. Era invierno y hacía un frío que te morías. La cocina estaba equipada con microondas, lavavajillas y lavadora. Aprecié mucho la lavadora. Nos vino de cine para lavar la ropa.
Poco salimos. Sólo fuimos una tarde hasta el pueblecito que te queda más cerca. A 3 kilómetros de los apartamentos está El Barco de Ávila, donde encontramos bares, restaurantes y supermercados. Yo aproveché para hacer la compra. Nos habíamos quedado casi sin comida de la que llevamos de casa. La Quinta Del Chocolatero también cuenta con zona de barbacoa donde hicimos la churrascada para toda la familia con carne que compramos en el pueblo.
Yo poco salí de la casa, pero mi chico sí salió con las niñas y con sus padres. Hizo mucho deporte. La zona de los alrededores de la casa rural es ideal para practicar actividades al aire libre. Mi chico quería ir a esquiar, pero su madre no le dejó. Estaba de los nervios pensando que le podía pasar algo. La estación de esquí La Covatilla se encuentra a unos 23 kilómetros de los apartamentos.
Os recomiendo los apartamentos de La Quinta del Chocolatero. Son perfectos para pasar unas vacaciones, sobre todo en el invierno cuando apetece más una casa rural. Yo en verano soy muy de playa.