Estoy muy contenta con el Lavavajillas 3VS572BP Balay porque hace su trabajo sin hacer ruido. Es un lavavajillas extrasilencioso. Yo casi no creo mi suerte. El otro lavavajillas que tenía, el que se estropeó, hacía más ruido que una metralleta en una guerra.
En lo que no estoy tan contenta es en la energía que gasta. Su calificación energética es A++. Debería ser de Lavavajillas gastón. Se nota mucho en la factura de la luz. Cuando pasamos casi todo el mes fuera de casa, pagamos mucho menos de electricidad porque el lavavajillas no funciona.
Su capacidad para nosotros es suficiente. Más que suficiente diría yo. Me viene muy bien su tercera bandeja para ponerlo más lleno cuando tenemos invitados. No me gusta nada lavar platos, sobre todo cuando hay visitas en casa. Se juntan un montón de cacharros y a mí no me va lo de ser la criada de nadie.
Lo puedes parar cuando está fregoteando los platos gracias a su función pausa + carga. Así metes algún plato o algún vaso que te ha quedado olvidado. De eso las amas de casa sabemos mucho. Y los amos de casa también. Mi chico es de los que siempre se olvidan media vajilla encima de la mesa.
Os lo recomiendo. Yo tuve la suerte de comprarlo de oferta. Era de 429 euros. Con el descuento me quedó en 339 euros. Me vino bien la rebaja. No sé si lo tendremos mucho porque hay lavavajillas que gastan menos electricidad. Es cierto que hay que darle un diez en el poco ruido que hace, casi ni lo oyes, pero gasta mucho. Mi madre dice que son manías mías. No lo son. Yo noto lo que gasta en mi factura de la electricidad.
Su diseño es clásico. Todas las marcas, incluidas las marcas famosas como Balay, no salen de los electrodomésticos de cocina de color blanco. Blanco que te quiero blanco. Eso sí, te da con todo. Se integra muy bien en la decoración de una cocina en la que prima el color blanco.