Esquiar no es lo mío, pero de vez en cuando frecuento la zona de esquí porque me gusta el ambiente. Suele haber en estas zonas hoteles tan cálidos como el Hotel El Ciervo en Vielha, un hotel donde me sentí como en la casa de mis abuelos. Era como volver a mi infancia.
Lo que no era como en la casa de mis abuelos eran las camas. En la casa de mis abuelos no había camas de medio dosel. Éramos más de andar por lo sencillo. No quiero decir que este hotel tenga una decoración demasiado recargada, pero sí una decoración sobrada de elementos decorativos. Miraba la estancia y tenía la sensación de que sobraban cosas. Lo que faltaba era una conexión wi fi en mi habitación. Tuve que ir a un salón común para poder conectarme a la red de redes sin pagar extra. Mi marido fue el que se quejó más. No le gustan nada los salones comunes.
No tenía motivos para quejarse tanto porque el hotel es tranquilo a más no poder. Había un salón donde la gente leía libros y prensa como si se tratase de una biblioteca. En el Hotel El Ciervo en Vielha los turistas son gente tranquila.
El Hotel El Ciervo en Vielha está muy bien gestionando. Quitando ciertos inconvenientes como que las habitaciones no tengan wi fi gratis, hay muchas ventajas. Por ejemplo la limpieza. Notas que las estancias están muy bien limpias. Entras en tu habitación y te huele a higiene. La nuestra olía como a lavanda. Me encantaba el olor. Tome nota para perfumar mi casa.
Os recomiendo el Hotel El Ciervo en Vielha. Es un hotel perfecto para los esquiadores que vayan a las pistas de Baqueira Beret. También es un hotel ideal para una familia que quiera pasar un fin de semana en un alojamiento rural hotelero en medio de la tranquilidad del campo. Yo aproveché para acabar varios libros que tenía a medio leer.