¡¡Hola de nuevo!!
En esta ocasión me gustaría hablaros de uno de los lugares más bonitos de la ciudad de A Coruña, para mi gusto el mejor sitio que existe en A Coruña. Os quiero hablar del parque municipal del Monte de San Pedro.
Exactamente hice la visita a este sitio el mismo día que vi El Pulpo y el ascensor de cristal del Monte de San Pedro. Se encuentra situado en la zona oeste de esta ciudad y como su nombre indica se trata de un pequeño monte que se eleva con respecto al resto de la ciudad. Al lado del monte hay un pequeño barrio que por el aspecto de las fachadas es relativamente nuevo.
Deciros que hay varias formas de subir a este monte, por una parte está el ascensor de cristal con un coste adicional, se puede subir a pata a través de caminos y senderos que hay entre las hierbas y por la parte del barrio hay una carretera que llega directamente al aparcamiento que hay arriba. La entrada es totalmente gratuita a excepción de si subes por el ascensor de cristal como ya he dicho.
Una vez arriba pude comprobar que aquel lugar era una pasada, ¡¡me
encantaba todo lo que veía!! Había un restaurante llamado Mirador de San Pedro donde entré para pedir una consumición debido al calor y le pregunté si podía sentarme en la terraza de fuera donde me indicó que no, que debía tomarme la consumición dentro. Entendí que el hecho de la terraza implicaba un coste adicional en la consumición por lo que me la tomé dentro, aprovechando que había una cristalera con unas buenas vistas, por cierto.
A lo largo de todo el Monte de San Pedro, también pude encontrar un lugar dedicado para los más pequeños, había un parque infantil y un poco después me encontré con un enorme laberinto de forma circular, de estos de cuento, donde la curiosidad mató al gato, así que me metí dentro del laberinto y hubo un momento que pasé algo de yuyu porque donde yo creía que ya estaba la salida, ¡¡no fue así!! Quizás estuve como cerca de 10 minutos o 15 minutos dando vueltas en el laberinto. Al lado de este laberinto hay una zona elevada donde los demás te pueden ver por donde andas y orientarte, ¡está muy bien!
Tras salir del laberinto, me dirigí a otra zona más elevada que había, en dirección al mar y me di cuenta que la hierba que había era especialmente cómoda y que además estaba perfectamente cuidada y cortada, de hecho ese día había empleados con las máquinas cortando y cortando hierba, aunque no se si lo hacen todos los días, la hierba, setos y todos los jardines estaban perfectamente cuidados, otra cosa que me encantó.
Tras subir la cuesta, me encontré con un enorme cañón apuntando al mar, las vistas ahí arriba eran increibles y la verdad que el viento soplaba ese día que daba gusto. A un lado, había un catalejo de los típicos de meter moneda para ver, pero éste fue el único que he conocido a lo largo de mi vida, que funcionaba sin moneda y aunque la visión no era perfecta, se podía ver de cerca la Torre de Hércules desde este monte.
El cañón era enorme, y tras estar por esta zona pude comprobar que más adelante había otro. En esta zona no estuve durante mucho tiempo, aunque el hecho de ver el mar abierto me encantaba, me metí otra vez para dentro del parque y me encontré con una zona de flores, una pequeñísima cascada de agua y un pequeño riachuelo. Después de ver esto me dirigí a la zona más alta del monte, donde hay un edificio en forma de cúpula pero en aquel momento estaba cerrado, no se si por mantenimiento o por obras. Así que me senté en una piedra cercana, mirando hacia la Torre de Hércules y allí me quedé sin darme cuenta durante cerca de una hora o una hora y media pensando en mis cosas, en mi vida. Aquel paisaje me tranquilizaba un montón, las vistas eran realmente alucinantes y no había nada que me impidiera ver el mar, con la Torre de Hércules allí al fondo, ¡una imagen de postal!
Ese día había poca gente por el parque, un grupo de chicas que debían de ser de un campeonato que se celebraba por la ciudad, parejas paseando y niños, pero era una tranquilidad absoluta. Realmente y lo digo firmemente, para mí, el mejor sitio de A Coruña sin duda alguna. Quizás es que al vivir en Vitoria y tener tanto parque, este lugar me recuerde a mi ciudad y lo del mar sube muchos puntos, pero os aseguro que es un lugar precioso, del cual os recomiendo totalmente su visita tanto para niños, como para parejas, como para mayores, para todos.
Un saludo a todos.