¡¡Buenas a todos!!
No sé si sabéis a estas alturas, por algunas de mis opiniones anteriores que recientemente se han terminado mis vacaciones. Éstas las pasé en la comunidad autónoma de Extremadura, y como Sevilla nos pillaba bastante cerquita decidimos pasar unos días por allí.
Entre muchos restaurantes, locales y negocios donde degustamos o comimos algo, se encuentra este restaurante que comimos el primer día y os vengo a contar mi experiencia de qué tal nos fue. Me gustaría hablaros de mi experiencia en el restaurante Perro Viejo.
CARACTERÍSTICAS
El restaurante Perro Viejo se encuentra situado en la propia ciudad de Sevilla justo al lado de la Plaza de la Encarnación o Metropol. Su localización exacta es la calle Arquijo, 3.
Su horario es de lunes a domingo de 13:30 horas a 16:30 horas y de 20:30 a 00:30 horas sin cerrar ningún día de la semana. Dispone de página web oficial si deseáis conocerlo www.equipompuntor.com/perro-viejo así como de un teléfono propio el cual es el 955 44 00 30.
Ofrece a sus clientes una cocina a base de tapas. Además de tapas nos ofrece pasta fresca, arroces, carne, pescado y postres.
Entre las atracciones turísticas más cercanas al restaurante se encuentran la plaza de la Encarnación, las Setas, la calle Sierpes, la calle Cuna o La Campana, entre muchas otras.
DECORACIÓN DEL LOCAL
La decoración del restaurante Perro Viejo es un punto fuerte de este restaurante pues se trata de un local amplio por dentro que cuenta con dos pisos y tiene una decoración moderna, de hoy en día con suelos de los que se llevan ahora y una decoración actual.
Dispone a su vez en la parte exterior de una terraza aunque con los calores de Sevilla poco apetece estar en el exterior a la hora de comer, igual a la hora de cenar puede que sí.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Os confesaré que mi pareja es muy fan de las nuevas aplicaciones, en particular de Instagram y sigue a muchos restaurantes y sitios diferentes por diferentes ciudades. Siempre me decía que cuando fuéramos a Sevilla teníamos que ir al restaurante Perro Viejo. Y casualidades de la vida los apartamentos que reservamos para alojarnos en Sevilla estaban justo al lado de este restaurante, así que ese día decidimos comer allí.
Nada más entrar nos atendió un chico joven y nos asignó una mesa nada más entrar a la izquierda porque teníamos carro de bebé y era el sitio quizás con más espacio. Nos acercó una trona para el más pequeño.
Lo primero que me llamó la atención fue en su carta, que ofrecen al precio de 1 euro un cepillo de dientes que si lo pensáis un poco es un puntazo y puede venir genial. Otra cosa que me llamó la atención fueron sus platos, pero la vajilla que era la transparente típica de antes, la que tenían nuestros padres en casa. Aquello pintaba bien.
Empezamos a comer con una aceitunas que nos ofrecieron. El precio de éstas es de 1 euro por persona junto con el pan. Pedimos para comer arroz negro y una croquetas de jamón para nuestro hijo mayor.
La croquetas de jamón llegaron en un cazo marrón de los de antes con papel de periódico por debajo de ellas. Venían en total tres y su aspecto era fantástico y gorditas. De sabor no podían estar mejor, estaban realmente buenas.
Más tarde llegó el arroz negro que se tarda un poco más en hacer. Éste tenía salsa de ali-oli. Cuando llegó el arroz no podía tener mejor pinta y si su pinta era buena no os podéis hacer una idea de su impresionante sabor. La salsa ali-oli no era fuerte pero le daba su toque y el arroz estaba en su punto.
Después de ésto se nos antojaron dos postres, uno de ellos era una torrija de brioche que nos la recomendó el camarero que decía que era lo más que tenían y mi hijo mayor quiso un postre que se llamaba no la típica tarta de galleta.
La torrija era bien grande y gruesa bien empapada en leche y venía en un gran cuenco con tiramisú. La verdad que estaba bien buena y el otro postre eran varias galletas de maría con diferentes salsas entre ellas, chocolate y dulce de leche. Estaba nuevamente bueno pero llena bastante y es contundente.
La atención de los camareros excepcional en todo momento. Incluso a la hora de pagar nos aconsejaron por diferentes restaurantes de la ciudad donde se comía bien ya que íbamos a estar más días.
El precio de todo esto fue exactamente de 41,50 euros con café que se pidió mi pareja. Además para beber nos pedimos dos Coca-colas Zero y agua.
CONCLUSIÓN
La verdad que mi pareja no podía haber tenido mejor ojo porque resultó ser un restaurante moderno y con buena comida además de innovadora. Por supuesto que os lo recomiendo.
Un saludo a todos.