¡¡Hola de nuevo!!
Ahora quiero hablaros de otra de las playas que he visto en la localidad de Castro Urdiales, os quiero hablar de la playa de Ostende.
Esta fue otra de las playas que tuve la oportunidad de ver de esta localidad cántabra. Antes de irnos a comer nos dimos una vuelta alrededor del pueblo, siempre guiados por el mar y acabamos llegando también a esta playa. Esta playa recibe este nombre debido a su calle más próxima, calle de Ostende.
Se trata de otra playa de Castro Urdiales en la que parece que han sustituido la arena por piedrecitas de pequeño tamaño pues como acabo de decir, está formada de pequeñas piedrecitas bastante incómodas, tanto para los pies aunque desconozco si para el cuerpo porque no llegamos a posar la toalla, no nos convenció y además lo que queríamos primeramente era dar un paseo por el pueblo.
Muy cerca de esta playa están las propias casas del pueblo, lo que la hace ideal para aquella gente que tenga esta playa a tiro de piedra de su portal, pero el inconveniente quizás sea la falta de arena. También le queda un poco apartada la zona de la iglesia del pueblo, la zona del faro y el paseo marítimo.
No vi ningún puesto de socorro por la zona, también es cierto que la playa parece que está dividida en dos cachos, separados por una enorme piedra, así que esa piedra me impedía ver más allá de la roca, donde si que se podía comprobar que continuaba la playa, evidentemente, también de piedrillas.
Me pareció un poco peligrosa la playa por la presencia de las rocas en el propio agua, también tengo que decir que en el agua no había demasiada gente por no decir nadie. La gente estaba en la parte de las piedrecillas tumbada con la toalla y con sus sombrillas, lo que me hace pensar que quizás esta playa solo la utilicen para aprovechar los rayos de sol.
En cuanto a las vistas que se tiene en esta playa son alucinantes, el mar Cantábrico al fondo con su color azul limpio que da una sensación de tranquilidad y calma, por lo menos ese día.
Un saludo a todos.