Christina Crawford quedó contenta tras escribir y publicar el año 1978 su exitoso libro titulado Queridísima mamá. Si te gustan los trapos sucios de una familia, tienes que comprarlo y leerlo ahora que se publica en España. Seguro que es un éxito también en la Península Ibérica porque los desahogos de una hija de famosa supuestamente maltratada por su famosa madre vende mucho.
El libro lo lees de un tirón. Empiezas las primeras páginas y no puedes dejarlo hasta la última página. Es una sucesión de maldades de una madre cruel, de una madre que ya había roto varios cepillos pegando a la niña cuando ésta había cumplido cinco años, la madre que no le permite asistir al entierro del padre porque era para familiares. ¿Familiares? Sí, la niña que escribe este libro siendo adulta era adoptada igual que lo eran los otros tres hijos de Joan Crawford.
No me gusta el libro. Prefiero mantener en sus altares a las divas y divos del cine y del artisteo. En todo caso, Joan Crawford no me la imaginaba muy distinta a como la describe su hija en su libro. Las divas suelen ser personas difíciles. La hija se despacha a gusto. Es cierto que su madre fue una mal madre, pero también tenía reacciones muy lógicas. Por ejemplo, cuando quita a un ex marido de todas las fotos. Me parece una buena idea para dejar de odiar. No ves en una foto a tu ex y te olvidas de él. Un hombre olvidado es un hombre no recordado y un hombre que no recuerdas es un hombre que odias menos. La hija que escribe este libro debía pretender que su madre sintiera cariño por un hombre que ha dejado. Si lo odiaba, quitarlo de las fotos era una buena medicina para todos.
Os recomiendo el libro. Son unas memorias que no te dejan indiferente. Es cierto que la madre trataba mal a la autora del libro, pero hablar mal de una madre, aunque sea adoptiva, queda feo. Yo no hubiera sacado esos trapos sucios. La tal Christina Crawford hubiera hecho mejor aprovechar el apellido para abrirse camino en Hollywood. Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Lo único bueno de este libro es que fue publicado tras el fallecimiento de la actriz. Por lo menos la diva hollywodense pudo cerrar los ojos por última vez sin ver como su primogénita echaba en un libro pestes.