¿Te puedes alojar en la casa de un obispo? Pues sí. Nosotros estuvimos en el Palacio Bentraces en Barbadás, Ourense, con las niñas y unos amigos. Este palacio fue en su día una residencia episcopal. Lo fue hace muchos años. Corría el siglo XVy el clero era una clase social triunfante. Pobres campesinos.
Hoy en día, los descendientes de esos campesinos gallegos que trabajaban para el bienestar de su obispo, podemos alojarnos en esta casona perfectamente restaurada. Todavía impone. Cuando llegas y te abren un portal de hierro te sientes un poco cohibida. Una vez dentro del jardín ves hierba bastante bien cortada, árboles, barandas de hierro y flores, muchas flores.
Esta casona tiene nueve habitaciones enormes. Por una vez mi esposo y yo no discutimos por falta de espacio. Era como tener un piso sin paredes con una cama centrada. Mis maletas cabían sin que mi chico tropezara con ellas. En el Palacio Bentraces en Barbadás, Ourense, hay muchas maderas de nogal y castaño. Los sillones de estilo imperio que había en nuestra habitación y en un salón común me parecieron bastante cómodos. Mi chico decía que los notaba cómodos porque estaban muy usados. Estarían usados, pero los tapizados de los sillones se veían nuevos. Lo mismo puedo decir de las alfombras persas. No eran las alfombras que habían pisado los pies del obispo. Eran unas alfombras que compró la familia propietaria del Palacio Bentraces.
Me gustaron mucho las chimeneas de mármol. Nosotros estuvimos un día caluroso. Las chimeneas estaban apagadas. Nos contaron que en invierno las encienden para conseguir calefacción natural. Una buena idea.
Os recomiendo el Palacio Bentraces en Barbadás, Ourense. Fue una experiencia bonita alojarse en una casona donde se alojó un obispo. También fue bonito salir a pasear por los alrededores. Fuimos con nuestros amigos por el pueblo, recorriendo sus calles pintorescas. Encontramos un bar donde había unas tapas de tortilla muy ricas. Falta nos hacía comer algo. Yo me muero de hambre siempre que me echo a andar, aunque sea en un paseo por callejuelas de un pueblo que recuerda más la Edad Media que el mundo actual.