Este año en la fiesta del Pilar nos quedamos en el Hotel Reina Petronila, un hotel que está a unos diez minutos a pie del centro histórico de Zaragoza. Es un hotel moderno que tuvo de arquitecto a Rafael Moneo. Pero no imagines arquitecturas deslumbrantes. Lo único que te llama la atención es el impresionante spa que está en la planta 11. Es muy relajante ponerte a remojo en sus aguas. Sales nueva. Yo pasé horas allí dentro.
La habitación tampoco invitaba a salir. Era luminosa, amplia, con muebles de buena calidad y mármoles en el cuarto de baño. No tuvimos discusiones por falta de espacio. Ni siquiera nos peleamos en la cama. Teníamos una cama de matrimonio de verdad. Era una cama tan grande que no encontrabas a tu marido si no lo buscabas.
Para comer no hay problema. Puedes elegir un restaurante del hotel o salir. Nosotros salimos por la zona y elegimos un restaurante distinto para cada comida. En la zona hay muchos locales de restauración a unos precios no tan caros como me imaginaba. Otra ventaja que destacaría es el parking amplio que tiene el hotel. Pudimos dejar nuestro coche a buen recaudo.
Os recomiendo, pues, el Hotel Reina Petronila, un hotel que merece la pena por su spa y por su sauna, pero no es tan lujoso como te dicen. Yo lo encontré bastante normal. Mi chico decía que el lujo del Hotel Reina Petronila está en la calidad del material de construcción y en las maderas nobles que tienen los muebles. No me impresionaron los muebles. Lo que sí me impresionaron fueron los extras. Te cobran hasta la conexión wi fi.
Pero, como os dije, volvería. Es un cinco estrellas discreto que tiene al lado un centro comercial donde yo pude hacer turismo de compras sin necesidad de recorrer la ciudad en unos días de fiestas que estaba abarrotada. También estaba hasta los topes el nuevo centro comercial que han abierto en las proximidades de este hotel. El turismo religioso no está reñido con el turismo de tiendas.