Los Artículos de Larra los encuentras editados en muchos libros, sobre todo si vas a las bibliotecas públicas y tiras de ejemplares con varias décadas en sus páginas. Son artículos que Mariano José de Larra (1809-1837) publicó en revistas y periódicos de su época. Fueron las editoriales, a posteriori, las que hicieron su agosto reuniendo en libros los artículos de Larra.
Títulos tan conocidos como El castellano viejo, Los calaveras, El Día de Difuntos de 1836. Fígaro en el cementerio, El hombre globo, En este país, La alabanza o que me prohíban éste, Vuelva usted mañana, ¿Quién es el público y dónde se encuentra? Aparecen en las compilaciones de artículos de Larra, un autor que probó fortuna en el campo de la poesía, del teatro y de la novela. Pero es con sus artículos con los que adquiere fama.
Larra publicaba estos artículos con diferentes seudónimos en los principales periódicos y revistas de su época. El seudónimo que más usa es Fígaro. Son artículos muy actuales, por los que no ha pasado el tiempo. Leer el Castellano viejo hoy es reconocer a ese castellano viejo amigo de Larra en muchas casas a las que vas invitada. El Castellano viejo es uno de los artículos de Larra que más me gusta. Me siento identificada con el autor, con ese invitado al que le horroriza la fiesta del amigo, que detesta el comportamiento de los comensales incorrectos en la mesa. Lo mismo me pasa con Vuelva usted mañana. La burocracia que condena Larra en su artículo sigue trabajando igual de mal hoy en día.
Los artículos de Larra fueron muy criticados en su época. Era un valiente escribiendo lo que escribía. Hoy en día serían igual de criticados. Larra es un ejemplo para los articulistas, para los periodistas en general. Somos muchos los que lo tenemos como un maestro. Hay que leer a Larra para aprender a escribir un artículo.
La única desventaja que les encuentro a sus artículos es la extensión. El algoritmo de Google seguro que se los premiaría. A mí me parecen demasiado largos. Hoy en día el lector quiere leer algo más breve. No tenemos tiempo para grandes lecturas en las páginas de un periódico. En cambio, en un libro, estos artículos son ideales. Hacen capítulos breves muy fáciles de leer. Además, son lecturas independientes. No hace falta leer en orden. Por eso os recomiendo el libro. Me parece una lectura ideal, sobre todo para adolescentes que piensen en el periodismo como en una opción laboral.