La casa rural Obispo en Hondarribia, Guipúzcoa, es una casa de piedra que nos lleva al estilo gótico de esta bonita localidad de balnearios en el País Vasco. Fue construida en los siglos XIV y XV. Nosotros la elegimos para pasar unos días lejos del mundanal ruido porque me hacía ilusión alojarme en la casa donde había nacido un obispo. De ahí el nombre de la casa: Obispo. Entre sus paredes nació en su día el arzobispo de Oviedo y Sevilla, Cristóbal de Rojas y Sandoval. Este buen hombre fue capellán de Carlos V de Alemania y I de España. Escuchó los pecados del Emperador.
Es un lujo de casa. Sales al balcón y ves los paisajes pirenaicos que se recortan tras el cauce del río Bidasoa. A un tiro de piedra está Francia. Dentro de la casa, no te faltan comodidades. Sus dueños la han convertido en un pequeño hotel con encanto. La han modernizado mucho. Hasta tienen un dormitorio de unos 45 metros cuadrados diseñado para discapacitados.
En total son 17 habitaciones. La nuestra tenía unas sillas de enea muy cómodas. Los muebles son antiguos. No ves nada que sea de Ikea. Yo temía un cuarto algo oscuro. No fue el caso. Por la terraza nos entraba luz a raudales. No tenía nada que ver con el vestíbulo intimista y silencioso.
Os recomiendo el hotel Obispo de Fuenterrabía. Queda cerca del casco viejo de la bonita localidad vasca. Nosotros fuimos andando hasta el recinto amurallado. La calle Mayor, la Puerta de Santa María, los edificios de otros tiempos... Aproveché para ir de tiendas a San Sebastián mientras mi marido terminaba unas lecturas pendientes en el hotelito. San Sebastián queda a 15 kilómetros.
Volvería mañana mismo a la casa rural Obispo. Me hizo gracia dormir donde había dormido el confesor de Carlos V. Hablando del Rey de España he de deciros que el castillo de Carlos V te queda allí cerquita. Es un parador de turismo.