Me encanta la Sandía Bruñó. Es una sandía que siempre me sale buena. Tanto da que la compre entera como que la compre a mitades. Este verano estoy comprando la Sandía Bruñó sin pepitas. Servidora tiene auténtica manía a las pepitas. Esta sandía sin pepitas me evita el trabajo de andar quitando pepita a pepita hasta poner los trozos de sandía en la fuente a mi gusto.
La sandía me cuesta 0,99 euros el kilo. Tiene un precio muy razonable, sobre todo si comparas con los precios de la demás fruta. Este año van los precios de la fruta por las nubes. Tengo que ir a las ofertas aunque no quiera. Me refiero a ofertas en precio sin rebajar la calidad. Yo nunca compro fruta madurita. Me gusta la fruta más verde que madura.
Os recomiendo la Sandía Bruñó sin pepitas. La encuentras a vender en muchas fruterías, sobre todo en las fruterías de los supermercados grandes. Es una sandía sabrosa, rojita en su interior, con mucha agua, que apaga bien la sed. Por fuera tiene su corteza verde botella característica de todas las sandías.
En mi casa esta sandía no dura nada. A veces la corto y, cuando la voy a servir de postre, ya se han pasado los comensales por la cocina a servirse solos. Nos gusta a todos. Mi suegra, que no era nada de sandías, este año la come sin protestar; incluso la compra para su casa. Hay que ir a lo barato. Andan los melocotones con los precios por los cielos de arriba. La sandía, en cambio, tiene un precio asequible para los bolsillos en crisis.
Bruñó no sólo vende sandía. También vende melones. Es una marca de sandías y melones que lleva muchos años en el mercado. La encuentras en mucha fruterías. Yo diría que en todas. Hoy en día, los fruteros suelen ofrecernos marcas a buen precio para así vender más ellos. Saben que estamos en crisis.