Marruecos tiene pueblos con mucho encanto. Uno de estos pueblos con encanto es Azemmour, un pueblito que está entre el río Rbia y el Atlántico. Nosotros fuimos hasta allí cuando pasamos unos días en El-Jadida. Nos quedaba a unos 16 kilómetros. Es fácil llegar desde El-Jadida. Mi marido consiguió llegar sin preguntar a nadie. Íbamos en un coche alquilado. Los taxis en Marruecos no me convencen. Están, por lo general, sucios. Del transporte colectivo de viajeros mejor ni os hablo.
Azemmour es ideal. Es un pueblo que conserva las fortificaciones que en su día levantaron los portugueses. Son unos baluartes del siglo XVI que dan al río. Estas murallas almendradas y encaladas rodean la medina del pueblo. Mi marido se sorprendía por la robustez de aquellas piedras. Los portugueses, igual que los españoles de antaño, construían bien. Y tenían que hacerlo porque unas buenas murallas protegían mucho de los asaltantes a los vecinos.
Cuando nos cansamos de recorrer las calles del pueblo, fuimos a la playa de Haouzia. Está a dos kilómetros al norte, tras un bosque de eucaliptos. Me encanto su arena. Era una arena tan suave que daba gusto andar descalza por el arenal. La playa está al sur de la desembocadura del río Rbia, al que llaman Oum er Rbia.
Playas hay muchas por la zona. Me quedé con ganas de hacer la ruta de las playas. Después de la playa de Haouzia encuentras playas hasta la ciudad de Casablanca. Marruecos es un país que te enamora con su belleza.
No nos perdimos la mejor vista de Azemmour. La encuentras en el puente que cruza el Río Rbia, al este de la ciudad. Es una zona de fuertes murallas medievales y casitas muy chulas. Pero a mí lo que más me gustó de Azemmour fue el centro de la ciudad, los baluartes equipados con cañones que dejaron los portugueses. Paseando por la medina descubres muchas casas que conservan los portales de estilo portugués de antaño. Son portales con arcos redondeados y piedras angulares talladas.
Os recomiendo visitar Azemour. Sólo por el pasado portugués que conserva en las murallas y en bastantes casas antiguas merece una visita. Yo quedé enamorada de la ciudad. Me gustó más que El-Jadida. Por eso tenemos planeado regresar, pero llevando a las niñas. Ya están en unas edades que se pueden llevar a viajes al extranjero sin que te compliquen el viaje.