El monasterio donde te explican el Cielo
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Scarlett2000
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Acerca de:Monasterio de Santa María del Olivar [Estercuel]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Mi suegra, cuando se pone mística, hace la ruta de los monasterios. Son unas vacaciones baratas y tranquilas que la madre de mi marido recomienda a todas sus amistades. Este año nos arrastró hasta el Monasterio de Santa María del Olivar, convencida de que lo pasaríamos bien. Yo tenía mis dudas. Afortunadamente, la madre de mi esposo tenía razón: lo pasamos de cine.
El mérito fue del padre Fernando Ruiz, el padre prior del monasterio, un señor que cogió los hábitos con 17 años dejando amores adolescentes por el amor al Altísimo. Habló mucho con mi suegra. El padre Fernando había estado en Venezuela y en Guatemala. Mi suegra vivió hace años en Venezuela. Disfrutaban hablando de aquellas lejanas tierras.
Como os decía, yo esperaba aburrirme como una ostra. Mis hijas pusieron el grito en el cielo cuando vieron que nuestras habitaciones no tenían televisión ni ningún reproductor de música. Le explicamos que había que estar en silencio. Era cosa de la vida monacal que se estilaba en el convento. Los monjes eran muy amables abriéndonos las puertas de su maravilloso convento antiguo y alojándonos por un precio baratito.
Puestos a compartir, también compartían su comida con nosotros. Comíamos lo que había en el huerto que cultivaban los mismos monjes. Me encantó el huerto. Yo misma le eché una mano a un monje mayor que andaba con la azada haciendo surcos para plantar legumbres. Se me dan muy bien las labores agrícolas.
El monasterio estaba lleno de gente. Nos comentó el prior que había gente que hacía la ruta de los conventos. Mi suegra no es la única que hace turismo de alojamientos religiosos. Hay mucha gente que busca el silencio, la tranquilidad, desconectar del mundanal ruido escondiéndose en un convento tan bonito como el Monasterio de Santa María del Olivar.
Por la noche viene lo mejor. El padre prior organizó una actividad astronómica que engancha al personal. Colocan unas sillas en grupos con las distancias de seguridad necesarias para que no haya contagios por covid-19 y disfrutamos todos de las estrellas del cielo que nos va enseñando el prior. Tienen aparatos para ver la estrella polar, la osa mayor, la osa menor. Te explican el cielo entero. Aprendimos hasta la enorme cantidad de soles que tiene cada galaxia. Aquello era mejor que el cine. Los monjes tienen un buen telescopio.
Le doy un diez a este monasterio. Regresaremos fijo. Mis hijas aprendieron más astronomía en los cinco días que pasamos con los monjes que en todo un curso escolar. En el monasterio se alojan familias con niños, parejas, personas solas. Todo el mundo es bienvenido. El padre prior es un señor que no parece religioso. Es divertido, tiene muchos conocimientos científicos, le encanta la fotografía. Es un hombre culto, un hombre del renacimiento. El Monasterio de Santa María del Olivar le debe mucho. Nosotros también. Consiguió que pasáramos unas vacaciones inolvidables. Por eso os recomiendo su monasterio, un monasterio de la provincia de Teruel donde te enseñan el Cielo.
El mérito fue del padre Fernando Ruiz, el padre prior del monasterio, un señor que cogió los hábitos con 17 años dejando amores adolescentes por el amor al Altísimo. Habló mucho con mi suegra. El padre Fernando había estado en Venezuela y en Guatemala. Mi suegra vivió hace años en Venezuela. Disfrutaban hablando de aquellas lejanas tierras.
Como os decía, yo esperaba aburrirme como una ostra. Mis hijas pusieron el grito en el cielo cuando vieron que nuestras habitaciones no tenían televisión ni ningún reproductor de música. Le explicamos que había que estar en silencio. Era cosa de la vida monacal que se estilaba en el convento. Los monjes eran muy amables abriéndonos las puertas de su maravilloso convento antiguo y alojándonos por un precio baratito.
Puestos a compartir, también compartían su comida con nosotros. Comíamos lo que había en el huerto que cultivaban los mismos monjes. Me encantó el huerto. Yo misma le eché una mano a un monje mayor que andaba con la azada haciendo surcos para plantar legumbres. Se me dan muy bien las labores agrícolas.
El monasterio estaba lleno de gente. Nos comentó el prior que había gente que hacía la ruta de los conventos. Mi suegra no es la única que hace turismo de alojamientos religiosos. Hay mucha gente que busca el silencio, la tranquilidad, desconectar del mundanal ruido escondiéndose en un convento tan bonito como el Monasterio de Santa María del Olivar.
Por la noche viene lo mejor. El padre prior organizó una actividad astronómica que engancha al personal. Colocan unas sillas en grupos con las distancias de seguridad necesarias para que no haya contagios por covid-19 y disfrutamos todos de las estrellas del cielo que nos va enseñando el prior. Tienen aparatos para ver la estrella polar, la osa mayor, la osa menor. Te explican el cielo entero. Aprendimos hasta la enorme cantidad de soles que tiene cada galaxia. Aquello era mejor que el cine. Los monjes tienen un buen telescopio.
Le doy un diez a este monasterio. Regresaremos fijo. Mis hijas aprendieron más astronomía en los cinco días que pasamos con los monjes que en todo un curso escolar. En el monasterio se alojan familias con niños, parejas, personas solas. Todo el mundo es bienvenido. El padre prior es un señor que no parece religioso. Es divertido, tiene muchos conocimientos científicos, le encanta la fotografía. Es un hombre culto, un hombre del renacimiento. El Monasterio de Santa María del Olivar le debe mucho. Nosotros también. Consiguió que pasáramos unas vacaciones inolvidables. Por eso os recomiendo su monasterio, un monasterio de la provincia de Teruel donde te enseñan el Cielo.
Fecha:11:41:45 11/10/20
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:hoteles, alojamiento, monasterios, Aragón, Teruel
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