Es Passarell en Felanitx, Mallorca, es una casa de payés en la que desconectamos del mundanal ruido durante unos días. Se nos olvidaron los problemas en un paraíso rural balear con el color verde como protagonista.
La casa ha sido decorada con gusto y sin despilfarros. Nos comentó la dueña que todos los años hace algún arreglo. Lo último que había hecho fue la remodelación de un salón que invitaba a terminar las lecturas pendientes. Nuestra habitación, con vistas al jardín, también había sido pintada recientemente. Todavía olía a pintura.
Mi marido quedó encantado con la decoración campestre refinada de todas las estancias de la casa. Tomó notas para nuestra casa de campo. No creo que pueda llevar a cabo sus ideas en nuestra segunda residencia. Yo tengo mis gustos propios en cuento a decoración y los impongo. En Es Passarell ves telas de llengos mezcladas con lamparillas de diseño que piden apartarse de lo artesano. Lo mismo puedo decir de la combinación que vi de potes de alfar con acristalamiento térmico en un salón.
Os recomiendo este alojamiento rural de Mallorca sólo por su decoración original. No debes perderte los óleos que alegran las paredes de la casa. Parecen cuadros de exposición de artistas jóvenes. El jardín, en cambio, me gustó menos. Tenía mucho de todo. Si le quitara unos cuantos árboles se vería un césped más estiloso, libre de tanta sombra sobrada de hojas.
Nosotros aprovechamos nuestra estancia para darnos unos paseos por los alrededores. Fuimos andando hasta Felanitx. Mis hijas querían ver el Castillo de Santueri, un enclave que pasó de las manos romanas a las manos musulmanas y finalmente fueron los cristianos quienes tomaron su posesión. Hay edificios muy antiguos por la zona. En Felanitx está el Monasterio de San Salvador, un monasterio del siglo XIV en el que viven unas monjitas con el mismo estilo de vida que tenían en la Edad Media.
Mi santo quedó encantado. No conocía mucho esta parte de Mallorca. A mi marido la edad lo está cambiando. Últimamente busca alojamientos tranquilos en zonas de bullicio como las Baleares. En Es Passarell encontró toda la tranquilidad del mundo. Apenas había huéspedes.