Tenemos unos dientes de leche y unos dientes definitivos para toda la vida. Por eso hay que cuidar esos dientes que nos quedan tras la tierna infancia. Yo he comprado un nuevo cepillo eléctrico para cuidarlos. Es el Cepillo eléctrico + Funda Oral-B Pro (750). Me salió un poquito más caro que los cepillos eléctricos del montón. Se explica el mayor precio por la funda que trae. Justo por la funda lo compré. Me pareció una buena idea tener una funda a medida para guardar el cepillo cuando lo llevo en mis viajes. El cepillo más la funda me costó 32,90 euros. No lo regalan.
Pero compensa comprarlo. Este cepillo eléctrico hace un cepillado de dientes profesional. Debes cepillarte durante dos minutos como mínimo para que el resultado sea el correcto. No vale cepillarte sólo un minuto como hace una amiga mía. Yo me cepillo tres minutos mirados por reloj. Cuando como dulces son cuatro minutos los que mantengo el cepillo dentro de mi boca recorriendo cada pieza dental por arriba, por dentro y por fuera.
Una ventaja que destacaría de este cepillo de dientes eléctrico es el sensor con el que cuenta. Es un sensor de presión que te indica si estás ejerciendo la presión correcta al cepillarte los dientes. La presión con el cepillo sobre los dientes es un error en el cepillado de dientes que cometemos muchas veces sin darnos cuenta. Tendemos a hacer fuerza cuando no se debe presionar tanto. Es mejor, según dice mi dentista, un cepillado de dientes suave para ir arrastrado con las cerdas del cepillo los restos de comida que nos han quedado en los dientes y muelas.
El Cepillo eléctrico + Funda Oral-B Pro (750) me parece un buen regalo para estas Navidades. Yo me lo he regalado a mi misma unas semanas antes. No he esperado a la llegada de Papá Noel para darme el gusto.