Los guantes Spontex no son tan segunda piel como prometen ser en su envase. Abres la bolsa de plástico transparente y te encuentras con unos guantes que podo se adaptan a tus manos. Son unos guantes del montón, pero más caros que los guantes de marca blanca.
Yo los compré para probarlos. Quería saber si me valían para fregotear los platos sin romper ninguno. He visto que tengo que tener las mismas precauciones que tenía con la vajilla cuando la fregaba con los guantes de marca blanca baratos.
Ni siquiera noto que me cuiden más las manos. Los guantes de marca de distribuidor protegen la piel de mis manos tan bien como estos guantes de Spontex que encuentras a vender en muchos supermercados. En eso hay que felicitar a los amigos de Spontex: han sabido abrirse hueco en el mercado.
Spontex es una marca que, además de guantes, nos ofrece productos de limpieza como bayetas o papel especial posavajillas. Las bayetas de Spontex me parecen mejores que sus guantes.
Pese a todo os recomiendo los guantes. Es mejor enfundar las manos en unos guantes Spontex que meter las manos sin guantes a lavar. Los detergentes te echan a perder la piel. El interior de los guantes ha sido enriquecido con un extracto de aloevera que ayuda a mantener la piel de las manos en buenas condiciones.
Lo que sí me gusta de estos guantes es su color. Tienen un color verde tímido que me entusiasma. Se salen del color amarillo o del color naranja clásicos. Los venden en varias tallas. Siempre pillo la talla grande. Prefiero que me sean algo flojos. Unos guantes muy ajustados a las manos no me son cómodos, sean de la marca Spontex o de una marca de distribuidor.
Los guantes Spontex no están, pues, a la altura de su precio. Cuesta cada par de guantes 2,99 euros. Un disparate. No pago por unos guantes similares de marca blanca más de 1 euro. Es decir, por el precio de un par de guantes Spontex compro tres pares de guantes de marca blanca.