El RealMe Watch llegó a mi muñeca por un regalo de mi marido. Le comenté que me gustaría tener un reloj inteligente barato que no pareciera muy de baratillo. No lo parece. Con su diseño cuidado, 14 modos deportivos y una pantalla 1,4 pulgadas nadie diría que mi santo sólo pagó 34,46 euros por él.
Espero que me dure. Está fabricado en plástico, con las sencillas correas en silicona. Cuenta con un sistema operativo propio.
Es bonito dentro de su sencillez. Con un diseño inspirado en el reloj de Apple, este modelo de reloj inteligente nos presenta una forma rectangular con los bordes redondeados. Por supuesto dispondremos de la posibilidad de usar correas intercambiables para modificar el aspecto del dispositivo. Es lo que más me gusta. Con un único reloj parece que tienes varios. Yo le compré unas cuantas correas para ir cambiando. Así parece que estreno reloj nuevo yendo con el mismo.
No le faltan funciones. Cuenta con 14 modos deportivos, medidor de frecuencia (con opción de hacerlo en tiempo real) y monitor de SpO2 (oxígeno en sangre). Es mejor no hacerle mucho caso si no quieres asustarte. Las típicas notificaciones aparecen en pantalla: alarmas de falta de actividad, control de sueño, contador de pasos y distancia…. Vuelvo a repetir que no debes obsesionarte. Yo paso bastante de datos que me pueden asustar. Una da los pasos que puede dar. No es cuestión de andar como una deportista de las Olimpiadas y cansarte.
No tengo queja respecto a las opciones de conectividad. Con una APP obtienes toda la información que ofrece el Smartwatch de RealMe.
Además, podremos controlar la reproducción de la música desde el reloj inteligente. Yo no la controlo mucho. Tampoco me interesa controlarla. Soy de las que no le gusta liarse. Siempre voy a lo fácil. No estoy diciendo que este reloj inteligente sea difícil, al contrario. Enseguida te haces con su funcionamiento.
Os lo recomiendo. Yo lo estoy usando mucho para realizar fotografías en mi móvil. Mi marido intenta que aprenda a tomar el control con este reloj de los diferentes dispositivos de la marca que tenemos por casa. Esto es, desde mis auriculares inalámbricos, a los altavoces, pasando por la Smart TV de Realme que mi santo le regaló a su madre. Nunca le diría a mi suegra lo que debe ver o no ver en su televisor. Soy una mujer que practica la libertad.