Más fuerte que la adversidad de Walter Riso es un libro que no me convence mucho. El autor pretende escribir un libro de autoayuda y acaba escribiendo un libro de desanimación. Acabé leyéndolo casi deprimida. No me animó nada este buen hombre.
El autor es psicólogo. Se le nota. De tanto oír tristezas se ha vuelto triste. Cuando dice que debes aceptar el fracaso me vienen ganas de cerrar el libro. Lo que no debes aceptar es no intentarlo. ¿Y si fracasas? ¿Te quedas de brazos cruzados? Habrá que volver a intentarlo o intentar otra cosa, digo yo.
Cuando lo intentas ves que eres más fuerte de lo que piensas dice rotundo. Eso es cierto. Te tiras a la piscina y seguro que intentas nadar y, a lo mejor, hasta sabes nadar lo suficiente para sobrevivir. El estrés postraumático ocupa varias páginas en este libro. Pero más cabida le da el autor a la incertidumbre. La incertidumbre se combate mirando las probabilidades. ¿Es posible? Sí. ¿Es probable? Puede haber muy pocas probabilidades de un desastre. Un gran consuelo que nos da.
El autor de Más fuerte que la adversidad no se olvida de darnos consejos. Por ejemplo, nos aconseja no obsesionarnos. Somos malos pronosticadores. Acepta lo peor que pueda pasar y haz lo que puedes hacer. No puedes hacer nada para evitar que llueva, pero puedes comprar un paraguas para no mojarte con la lluvia. Debes olvidarte de lo que no está bajo tu control.
No os recomiendo Más fuerte que la adversidad. Para mí no fue un libro de autoayuda sino de desayuda. Su autor me desanimó totalmente. Decir que está en contra de los optimistas porque son soñadores te hace pensar que prefiere a los pesimistas. Así es. Vas leyendo el libro y llegas al párrafo donde dice que un realista ve la realidad. Un optimista la sueña. Un pesimista es un realista extremo. La terapia cognitiva de este doctor en psicología no es para mí. Walter no ha conseguido con su libro que servidora controle emociones como la tristeza, la ira o la decepción.