Nadie da duros a cuatro pesetas. Mi marido se hizo con una tarjeta You porque un cliente le contó mil maravillas de este producto bancario. No digo que no tenga beneficios. Los tiene. Pero también tiene un inconveniente muy grande: el tipo de deudor.
Empecemos enumerando sus muchos beneficios:
-Sin comisiones anuales para siempre, mientras no cambien el para siempre.
-Sin comisiones por sacar dinero en efectivo como otras muchas tarjetas de crédito y débito.
-Sin comisiones por compras en el extranjero. Una ventaja a tener en cuenta si viajas tanto como nosotros.
-Amplio seguro de viaje gratuito. También a tener en cuenta los viajeros y viajeras. Un seguro de viaje es muy necesario, sobre todo cuando viajas fuera de tu Comunidad Autónoma y/o de tu país.
-Crédito gratuito de hasta 7 semanas. Pero debes mirar bien las fechas. Es mejor que no tires del crédito gratuito las siete semanas. Podrías pasar de fecha y encontrarte con una desagradable sorpresa tocándote el bolsillo.
-Sin necesidad de cambiar de banco, cosa que se agradece.
-Servicio al cliente gratuito 24 horas por parte de una teleoperadora que no te aclara muchas dudas. Una echa en falta una trabajadora de banco de verdad.
-Factura por correo electrónico. Más beneficio para ellos que para ti. Ahorran papel y tiempo. Hacen la factura y te la mandan. O, mejor dicho, su sistema informático hace la factura y te la envía.
-Portal online de atención al cliente. Preferible a la atención telefónica. Os lo digo por experiencia.
-Pago Contactless
-Mastercard® SecureCode, es decir, todo muy seguro. Se agradece.
Lo que no se agradece es el tipo deudor. Tanto para el saldo deudor por retirada de efectivo como para el saldo deudor que te ocasionan unas compras de pago fraccionado desde la fecha de la operación, te cargan un 19,92%. Viene siendo un TAE del 21,84%. Ahí está el negocio de la tarjeta para los amigos de You. Han sacado una tarjeta con muchas ventajas. Miras las ventajas, olvidándote de las condiciones que has firmado, y caes rápidamente en un saldo deudor. Tú gastas. Te das alegrías, sobre todo en el extranjero. Sólo recuerdas que la tarjeta You no tiene comisiones en los cajeros de todo el mundo mundial. Además, no te cobran comisión anual.
Cuando ves que te envían un e-mail con un recordatorio de pago de ese saldo deudor te horrorizas. ¿Cómo tienes tú un saldo deudor? Pues lo tienes. Maldices el momento en que dedicaste dos minutos de tu tiempo a pedir online la tarjeta You que viste en un anuncio de una Red Social. Encima ese recordatorio de saldo deudor te lo han cobrado: 30 euros pagó mi marido por el recordatorio que le enviaron. Los recordatorios de You son más caros que los recordatorios de la Primera Comunión de un niño.
No os recomiendo la tarjeta You. Tendrá ventajas, pero todas esas ventajas te llevan a un saldo deudor si no estás al loro. Después vienen los lamentos. Has caído en la trampa de un buen marketing para You y una mala información para ti. ¿Por qué no has mirado el elevado tipo deudor? Los avaros de la Edad Media tenían unos tipos de interés menores.