O Fuciño do Porco en O Vicedo, Lugo, no deja indiferente a nadie, aunque no te guste el senderismo. Seguro que te sorprende la Naturaleza. Es tal cual un monumento natural. No hay arquitect0 que lo hubiera hecho tan bien hecho.
Es una de las rutas favoritas de mi suegra en Galicia. Quiere hacerla todos los años. Afortunadamente, es sencilla. Su sencillez anima a echarte a andar. Más te animas cuando vas disfrutando las maravillosas vistas.
Nosotros la iniciamos en un sendero que nos llevó a través de Punta Socastro, conocida popularmente como O Fuciño do Porco, por la similitud del cabo con el hocico de este animal doméstico. Discurre íntegramente por pasarelas de madera junto al litoral de O Vicedo. Hay un tramo inicial de 1,5 kilómetros desde la zona de aparcamiento hasta el inicio de las pasarelas. Por cierto, el aparcamiento estaba hasta los topes cuando estuvimos nosotros. O Fuciño do Porco casi es tan conocido como A Praia das Catedrais.
Hacer la ruta cuando hay menos gente te permite disfrutar más la ruta. Nosotros tuvimos la gran suerte de no encontrarnos con mucho personal. Este sendero transcurre por un bosque antes de dar paso a la senda de pasarelas que serpentean constantemente y que nos regala una de las mejores vistas de la Ría de Viveiro. Los que hicieron las pasarelas tuvieron una gran idea al ponerlas serpenteantes. Le dan cansancio al senderista. Una ruta sencilla la van convirtiendo metro a metro en una ruta cansada. Vuelvo a repetir que la gran ventaja de esta ruta senderista son sus vistas espectaculares. Si buscas un lugar de ensueño para hacerte unas fotos, no busques más. En O Fuciño de O Porco las fotografías salen de cine. Os recomiendo esta ruta. Me parece perfecta para hacer en los meses de verano.
En la situación actual hay que pedir cita para hacer la visita y tener en cuenta que, aunque es un recorrido fácil y no muy extenso, hay numerosos tramos de escaleras.