El Duque y yo de Julia Quinn es una novela romántica que inicia una saga. Todo empieza en un baile. ¿Bailas? le preguntaban a la joven Daphne y la joven Daphne decía que no. Ningún pretendiente de los que se acercaban la convencía. A su lado, su queridísima madre la animaba a casarse cuanto antes. La joven no quiere desilusionar a su progenitora. ¿Cómo va a decirle a su mamá que no piensa casarse? Su familia ha gastado mucho dinero en su fiesta de puesta de largo.
Entonces entra en escena el nuevo duque de Hastings. Se conocen en el baile, no se disgustan y se dan cuenta de que tenían el mismo problema: la continua presión para que encontraran pareja por parte de sus familias y amistades. Al conocerse, se les ocurrió el plan perfecto para salir de apuros: fingir un compromiso que los liberara de esos agobios. Pero no sería sencillo porque no todos los creerían. Por ejemplo, el hermano de Daphne, amigo de Simon, no es fácil de engañar, ni tampoco lo son las cotillas damas de la alta sociedad británica.
Con este argumento banal, Julia Quinn ha metido en el bolsillo a miles y miles de lectores. Conmigo ha conseguido que llegue al final de una novela rosa y melosa. El humor de las escenas es lo que me ha enganchado. La joven Daphne es asaltada por multitud de pretendientes. Tiene que recurrir a los golpes para quitarse de encima a tanto moscón.
En el protagonista masculino la autora centra la intriga. Nos lo describe como un hombre solitario. A Simon no le gustan los bailes ni los eventos de la alta sociedad a la que pertenece. ¿Qué ha pasado durante su infancia? Llegamos a las páginas que nos explican el pasado del atractivo joven. Te emocionas. Más te emocionas cuando ves como el amor empieza a florecer entre la pareja de amigos. ¿Triunfará el amor? Tienes que llegar al final para saberlo. Pero ya os adelanto que hay más entregas. Julia le va a sacar muchos huevos a esta gallina de los huevos de oro. El libro se sigue vendiendo como pan caliente. Os lo recomiendo. Su lectura es fácil y entretenida. No es una obra de la mejor literatura inglesa, por supuesto. Es un libro para leer sin sufrir, un libro que nunca te recomendarían en el colegio.