LG Gram 17Z90P es el mejor portátil de los portátiles de peso pluma. Tiene una gran pantalla con un peso de sólo 1,350 gramos. Era justo lo que yo buscaba: un portátil que pesara poco. Mi espalda no está para grandes pesos. Pero no sólo buscaba un portátil que pesara poco, quería, además, un ordenador portátil que me ofreciera las prestaciones que necesito para hacer bien mi trabajo.
Lo primero que te llama la atención del portátil cuando lo coges es el del peso, de récord en un equipo de 17 pulgadas. Son tan solo 1.35o kg gracias en buena parte al chasis aleación de carbono y magnesio. La carcasa tiene aspecto frágil. No es tan frágil como parece. Es resistente a los golpes. En el caso de mi portátil, ha sobrevivido a varios viajes al colegio de mi hija mayor. Casi no lo creía. Mi niña grande necesitaba un portátil para hacer un trabajo en equipo y llevó el mío.
No tengo quejas tampoco de su conectividad. La conectividad del nuevo LG Gram 17 2021 queda bien equilibrada con la inclusión en el lado derecho de dos puertos USB-A 3.2 Gen 2, el puerto para un cierre Kensington y una ranura para tarjetas microSD.
En el lateral izquierdo le han colocado la salida HDMI (1.4), el combo para auriculares/micrófono y los dos puertos principales USB-C, de tipo 4.0 Gen 3 compatibles con Thunderbolt 4 y la carga del equipo. La conectividad inalámbrica es WiFi 6 (con adaptador AX201) y Bluetooth 5.1. Se conecta bien.
Si eres de las que temes a los ladrones, olvida tus temores. Este portátil nos identifica con nuestra huella dactilar. El lector biométrico para identificarnos con nuestra huella dactilar está incrustado de manera práctica en el botón de encendido del equipo. Es rápido, muy preciso y siempre es bienvenido por las personas que temen a los amigos de lo ajeno. Yo no tengo esos temores. Por eso mi santo me ha arreglado mi cacharro para evitar que tenga que andar enseñándole el dedo.
No todas son ventajas, por supuesto. Hablando de cosas que no tiene, lo que no tenemos es compatibilidad con Windows Hello para la webcam.
La segunda desventaja que destacaría es la calidad de la imagen. Su resolución máxima es de 720p y ofrece una imagen viable pero alejada de la maravilla que yo esperaba.
No desmerece en seguridad. Cuenta con un botón en el teclado para bloquear tanto la imagen como el sonido en las videollamadas de manera instantánea. Hubiera preferido un elemento físico que nos permitiera mantenerla cerrada. En todo caso, tampoco me preocupa mucho. No estoy obsesionada con la seguridad. Si salgo en unas imágenes de webcam, no pasa nada. Siempre estoy bien arreglada.
Lo mejor de este ordenador portátil es su gran pantalla. Justo por eso os lo recomiendo. El panel de 17 pulgadas, IPS de gran calidad, ofrece una resolución quizás algo contenida (2560x1600 píxeles) pero que nos deja suficiente nitidez para trabajar cómodamente. Para nuestros momentos de ocio también es ideal. Se juega online de maravilla. Lo he comprobado. El panel logra una cobertura del 99% en la gama de color DCI-P3.
De sonido también anda bien. Tiene dos altavoces. El sonido de los dos altavoces es potente y bastante envolvente por la separación de los mismos (situados en la parte inferior del portátil). Mi marido dice que le falta algo más de definición y refuerzo de graves. Será en sus juegos. Para mí el sonido es perfecto. Yo uso este ordenador principalmente para trabajar.
Hablando de trabajar, uso mucho el teclado. Es de diez. Es un teclado completo que incluye la parte numérica. Las teclas son grandes y con un mayor recorrido (1,65 mm) y respuesta, algo que se agradece en sesiones de escritura largas.
Pese al poquísimo peso del LG Gram 17, en su interior hay cabida para una enorme batería de 80 Wh. A mí me aguanta unas diez horas sin enchufar. Es una pasada. Y os estoy hablando de diez horas en las que veo algún vídeo.
Lo que no tiene pluma este portátil es su precio. Me costó 1199 euros. No lo regalan.