Una casa rural del siglo XVII en Cantabria
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Scarlett2000
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Acerca de:Hotel San Román de Escalante [Cantabria]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
San Román de Escalante en Escalante, Cantabria, es una casa rural con toda la ruralidad que te puedas imaginar. Está casi a la orilla del mar, junto a la ermita románica de Escalante. La casona es viejísima. Data del siglo XVII. Ves su fachada y te retrotraes en el tiempo.
Afortunadamente, la han restaurado bien. En su interior no echas en falta ninguna comodidad de la vida moderna. Pero los tiempos pasados están muy presentes. En sus paredes encuentras pinturas que no se suelen ver en las casas rurales al uso. Percibes el gusto por el arte de sus propietarios. Las esculturas y las antigüedades en general salpican las estancias.
Piedra, teja, madera y cristal están presentes en la construcción. Habría que añadir el silencio, presente en todos los rincones de la casa. Mi marido decía que se sentía en un convento. Creo que se le pegaban los aires clericales de los conventos de las clarisas y de los capuchinos de Escalante.
Las habitaciones son diferentes, dentro del mismo estilo de decoración antigua. La nuestra tenía mobiliario de marquetería, telas de llengos cayendo a modo de cortina y cubriendo la gran cama de matrimonio. El cuarto de baño tenía una flor junto al espejo que le daba un toque campestre.
Se come bien en su restaurante. Mi marido no quiso ir a otro sitio. Nuestras vacaciones románticas acabaron siendo unas vacaciones enclaustradas: paseos por el jardín, chapuzón en la piscina y buena gastronomía cántabra en el restaurante.
Tuvimos suerte de no coincidir con ninguna boda ni banquete de trabajo. En la parte trasera han habilitado un espacio para celebraciones. Hay que hacer dinero. La casona cuesta mantenerla en buen estado.
Os recomiendo la casa rural San Román de Escalante en Cantabria. Vas por la autovía A-8, salida 182, tomando en Gama el desvío a Santoña y, en Escalante, el desvío a Castillo. Desde la casona puedes ir andando hasta el casco urbano del pueblo. Es donde están los conventos. Nosotros paramos antes de ir para la casona.
Afortunadamente, la han restaurado bien. En su interior no echas en falta ninguna comodidad de la vida moderna. Pero los tiempos pasados están muy presentes. En sus paredes encuentras pinturas que no se suelen ver en las casas rurales al uso. Percibes el gusto por el arte de sus propietarios. Las esculturas y las antigüedades en general salpican las estancias.
Piedra, teja, madera y cristal están presentes en la construcción. Habría que añadir el silencio, presente en todos los rincones de la casa. Mi marido decía que se sentía en un convento. Creo que se le pegaban los aires clericales de los conventos de las clarisas y de los capuchinos de Escalante.
Las habitaciones son diferentes, dentro del mismo estilo de decoración antigua. La nuestra tenía mobiliario de marquetería, telas de llengos cayendo a modo de cortina y cubriendo la gran cama de matrimonio. El cuarto de baño tenía una flor junto al espejo que le daba un toque campestre.
Se come bien en su restaurante. Mi marido no quiso ir a otro sitio. Nuestras vacaciones románticas acabaron siendo unas vacaciones enclaustradas: paseos por el jardín, chapuzón en la piscina y buena gastronomía cántabra en el restaurante.
Tuvimos suerte de no coincidir con ninguna boda ni banquete de trabajo. En la parte trasera han habilitado un espacio para celebraciones. Hay que hacer dinero. La casona cuesta mantenerla en buen estado.
Os recomiendo la casa rural San Román de Escalante en Cantabria. Vas por la autovía A-8, salida 182, tomando en Gama el desvío a Santoña y, en Escalante, el desvío a Castillo. Desde la casona puedes ir andando hasta el casco urbano del pueblo. Es donde están los conventos. Nosotros paramos antes de ir para la casona.
Fecha:14:57:48 08/10/21
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:hoteles, alojamiento, rural, Cantabria, casas
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