La vida sale al encuentro de José Luis Martín Vigil fue la novela sobre el despertar sexual de un adolescente que leyeron nuestras madres. Mi madre sigue releyéndola.
No deja de ser una novela rosa que tiene como protagonista a un adolescente. El joven Ignacio nos cuenta su despertar a la vida adulta con 16 años. De los 15 a los 16 años le pasa de todo: el despertar de su sexualidad, su primer amor, un encuentro con la muerte, sus dudas,... El autor de esta novela es un cura que fue famoso en los años sesenta y setenta por sus publicaciones. La vida sale al encuentro fue su primer éxito literario.
Me sorprende que este libro haya tenido una nueva edición en el año 2006. Está totalmente obsoleto. Leer, en primera persona, a un adolescente diciendo que quiere luchar por España, morir mártir, pero antes casarse y tener hijos, es de risa. Hoy en día si un hijo te dice que quiere ser mártir lo llevas directamente al psiquiatra.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar esta novela. Es una novela con mucha moralina. Encima es triste. El tal Ignacio será muy idealista, pero acaba siendo carne de cañón del régimen y de la religión católica antigua. Del final mejor no hablar. Yo no entiendo como mi madre sigue teniendo este libro entre sus libros de culto.
Si te gusta esta novela, te animo a leer otra parecida: La edad prohibida de Torcuatro Luca de Tena. Es una novela escrita con menor frescor. Martín Vigil pudo haberse inspirado en La edad prohibida para escribir La vida sale al encuentro.
Se lee rápido. Sus 436 páginas se te van de las manos. Es una novela que sorprende. No te imaginas unos adolescentes como Ignacio y su amigo Pancho. Ni siquiera los jóvenes católicos practicantes son como eran estos muchachos, más pendientes del confesionario que de vivir alegremente.