Los dramas no me gustan mucho. Y un drama es Operación marea negra. Aprovechando el tirón de las series de narcos, el autor nos introduce en una historia real de narcotraficante protagonizada por un joven gallego.
Agustín Álvarez es un narcotraficante no fichado. Acaba en un submarino. Anteriormente había sido conductor de camiones que hacían el trayecto Algeciras-Galicia y viceversa. A Agustín le gusta el dinero. Una vez introducido en el dinero fácil, acepta tripular el submarino que aumentará su cuenta corriente. En principio sólo van a ser 14 días.
Una vez metido en el submarino, la travesía del Atlántico se complica. Pasan los días. Llega la desesperación. Agustín estará 27 días cruzando el Atlántico. La ruta se le complica mucho. Cuando sabe que la armada de Portugal los busca, tira hacia su Galicia natal. Nada mejor que volver a casiña. Además, conoce bien las costas gallegas.
Os recomiendo el libro. Pese a ser un dramón, tiene su parte interesante. El protagonista engancha. Casi te enamoras de él. Las series de narcos ponen de moda los hombres que viven fuera de la ley y que tienen dinero fácil. Hubiera seguido leyendo. Agustín Álvarez es un personaje que merece más páginas. Esto no quiere decir que la novela sea estupenda. Es una novela de leer y dejar. Si le echas mano para una segunda lectura, es por el personaje. Agustín Álvarez nos enamora a las chicas.
Lo que te sobra en el libro es tanto testimonio de juez y policías. Aburren. Lo interesante en de la historia está del lado de los malos. Los buenos son señores que se ven tentados también por el dinero. Nunca me interesó mucho el mundo policial.
Javier Romero hubiera acertado más novelando la historia. No se atrevió a salir de su papel de periodista. Aun así, el libro resulta interesante por lo que cuenta. Las historias de narcos, sean historias reales o historias inventadas, enganchan al lector.