El Soho Boutique Castillo de Santa Catalina está en la zona residencial de Málaga. Es un hotel tranquilo. Justo lo que buscábamos mi marido y yo para pasar unas vacaciones románticas.
Este edificio protegido, construido en el año 1932, conserva su encanto histórico. Cuenta con más de 3.500 m² de zonas comunes con bonitos jardines y terrazas. Tuvimos la suerte de poder disfrutarlos gracias al buen tiempo que hacía pese a ser ya otoño. Además, no había mucha gente alojada. Estábamos casi como en familia.
Nos dieron una habitación amplia, muy en la línea de todas las habitaciones del hotel. Las habitaciones del Hotel Castillo de Santa Catalina presentan una decoración única con TV de plasma. Un televisor que apenas encendimos. Somos de ver poca televisión cuando estamos de viaje.
Me encantó el baño de mármol. Se veía lujoso, pero sin caer en el mal gusto. No comentaron en recepción que tenían cuartos con suelo de baldosa. A nosotros nos toco una de las mejores. Tuvimos suerte.
La wifi es gratis.Pude teletrabajar mejor que en casa. Además, me animaba mucho el entorno. El hotel tiene vistas espectaculares a la bahía de Málaga.
Me hubiera quedado a vivir en este hotel-castillo. Estaba en mi salsa. En la habitación podía regular la temperatura. Mi marido aceptó no meterse para que no hubiera discusiones tontas. A cambio accedí a que cogiera algunas bebidas del minibar por pura comodidad de no salir del cuarto y a que utilizara la caja fuerte para guardar nuestros objetos de valor.
Os recomiendo este hotel de Málaga. Es un hotel que tiene estacionamiento gratuito y una ubicación excelente. El Santa Catalina está situado en la exclusiva zona de El Limonar de Málaga, a 800 metros de la playa de La Caleta. Puedes ir andando. No es mucho trayecto. Nosotros también fuimos andando hasta El Museo Picasso, ubicado en el centro de entro de la ciudad a menos de 2 kilómetros.