Uno de los restaurantes preferidos por mi suegra para comer un buen cocido en inverno en La Coruña es Casa Saqués. La madre de mi esposo está de suerte porque este local vuelve a abrir tras haber estado unos meses cerrado.
En Casa Saqués hacen un cocido delicioso. Le ponen carne de los cerdos que crían los dueños en una finca de Friol. Mi suegra siempre nos invita a comer los domingos que estamos en su casa a este restaurante ubicado en la Avenida de Oza de La Coruña, muy cerca del viejo Corte Inglés de la ciudad.
Si quieres comer al aire libre, puedes hacerlo en la terraza. Yo no lo recomiendo, prefiero mil veces el comedor. Las terrazas delante de un edificio no acaban de gustarme.
Dentro del local encuentras la sencillez en todas partes. Una cristalera de madera, una barra tan antigua como la casa, mesas y sillas de madera que aparentan años y poca luz. La iluminación deberían mejorarla. Una cosa es tener una comida con luz tenue y otra cosa es comer con escasa iluminación.
De los mismos dueños son Casa Cuba, Casa Matilde y Mesón Os Castros. Toma nota para pedir cocido estas semanas de frío invernal.
Yo os recomiendo Casa Saqués, un restaurante que lleva muchos años abierto al público. Dicen que su dueño se va a jubilar pronto. Por eso hay que aprovechar para ir a comer su plato estrella antes de que el local pase a otras manos.
Tampoco debes perderte su empanada casera. La preparan a diario. Es empanada de bonito, atún, carne. Son clásicos en variedades, pero no echas de menos innovaciones culinarias porque vas con la idea de comer la gastronomía gallega de toda la vida.
A mí me gustan también mucho sus carnes asadas. Preparan costillares deliciosos de carne buena, sin grasa. Saben elegir los cortes.
La desventaja de Casa Saqués son sus precios. Dice mi marido que cobran como en la Castellana de Madrid. No le falta razón. Sobre todo hay que tener cuidado con las bebidas que pides, es donde se pasan poniendo precio.
Otra cosa que cambiaría es la información que no les pides. El dueño puede llegar a agobiarte si le das cuerda. Es como si quisiera que comieras lo que él desea que comas. Por ejemplo, un día que fuimos con mi cuñada, se pasó insistiendo en la recomendación del cocido a una persona que es vegetariana sin remedio.