Garachico es un pueblo de la isla de Tenerife muy lindo. Lo encuentras a menos de una hora en coche desde Santa Cruz de Tenerife si vas en dirección noroeste. Es un pueblo que enseguida localizas gracias al gran islote que tiene frente a su costa, el Monumento Natural de Roque de Garachico.
Nosotros pasamos unos días muy tranquilos en esta localidad exitosa en el siglo XVIII. Con su éxito acabó en el año 1706 la erupción del volcán de Arenas Negras o Trevejo. Casi desaparece el pueblo para siempre. Pero Garachico volvió a resurgir.
A día de hoy se encuentra en la lista de Pueblos más bonitos de España, un motivo para visitarlo, como hicimos nosotros con nuestras hijas. Queremos que las niñas vayan conociendo todos los pueblos de postal, y Garachico lo es.
Encontramos sitio para aparcar en uno de los parkings que había en las afueras del pueblo y empezamos a recorrer sus calles. Me enamoré del paseo marítimo. Bordeando el mar está lo más bonito del pueblo: la torre defensiva del castillo de San Miguel, las piscinas naturales de El Caletón, el mirador del Emigrante...
El nombre de este mirador se debe a la emigración de canarios a América. Que nadie piense que le han levantado en Garachico un mirador a los inmigrantes de las pateras. Al margen de los homenajeados, hay que decir que desde el Mirador del Emigrante se tienen las vistas más espactaculares de pueblo. Ves todos los alrededores, ves las calles estrechas, ves el mar... Hasta ves las preciosas fachadas de las casas coloniales.
Me encantaron las casas de los ricachones de antaño. Tienen las fachadas pintadas de blanco la mayoría, pero hay alguna mansión con colores tropicales en sus paredes exteriores. Todas me parecían ideales y eso que yo nunca pintaría la fachada de una casa mía de color amarillo o de color coral.
Las calles de Garachico no son para andar con tacones. Tienen unos adoquines que te dejan los pies para el arrastre. Cuando me empezaron a doler los pies, paré en una zapatería para comprar unos playeros. Necesitaba el calzado apropiado para continuar haciendo turismo con mi marido y con las niñas.
Mi marido estuvo de acuerdo con tomar algo en un bar. Paramos en un bar coqueto del casco antiguo, muy cerca de la plaza de la Libertad, un lugar de encuentro para tinerfeños y turistas.
La plaza de la libertad está repleta de edificios importantes: la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, el Ayuntamiento de la Villa y Pueblo de Garachico, la Casa Palaciega de los Condes de la Gomera y la Casa del Marqués de La Quinta Roja.
En esa casa nos quedamos. La han convertido en un hotel boutique y no quisimos perder la oportunidad de dormir en las mismísimas habitaciones ocupadas en su día por unos marqueses. Mi marido llamó a su madre para decirle que la dejábamos sola en su hotel de Santa Cruz de Tenerife. Mi suegra dijo que encantada. Estaban unas amigas suyas en el mismo hotel y no nos necesitaba.
Aún tuvimos fuerzas para visitar en las inmediaciones la parroquia de Santa Ana y la Puerta de Tierra con su verde frondoso tan original.
El segundo día de nuestra estancia en Garachico nos subimos al coche y nos dirigimos al mirador de Garachico en las montañas. También nos acercamos al de la Atalaya. No debes perdértelos si quieres tener unas excelentes vistas desde las alturas a tan solo quince minutos en automóvil desde el casco histórico.
Os recomiendo visitar Garachico, uno de los pueblos más bonitos de toda Tenerife. Nos llamó la atención lo bien cuidado que lo tienen. Es tal cual un pueblo de postal. Nosotros nos hicimos miles de fotos. De hecho, felicitamos estas pasadas Navidades a nuestros amigos con una foto de mis niñas tomada en el mirador de Garachico.