El hotel Imperial de Valladolid está mejor por dentro que por fuera. La fachada te hace pensar en una especie de pensión. Lo último que esperas encontrar es puro lujo en el interior de unas paredes que datan del siglo XVI.
Nosotros nos alojamos en un par de ocasiones en el Hotel Imperial de Valladolid. A mis hijas les hace mucha gracia una gran escalera de mármol negruzco que se abre en la planta baja como una escalera de palacio. A mí me hace menos gracia subirla. Afortunadamente, hay un ascensor que te evita subir aquellos escalones cargados de historia.
En las habitaciones encuentras un doble cortinaje que evita que te despierte el sol por la mañana. Con la cortina blanca y el cortinón corridos no hay claridad que te haga abrir los ojos. Duermes como una bendita sobre una cama de colchón bastante duro.
Nosotros pedimos dos habitaciones. La nuestra estaba decorada en tonos blanco y crema, con unas tonalidades que hacían que pareciera más grande de lo que era. La habitación de las niñas tenía una decoración elegante en colores azul y blanco. Casi me gustaba más que la nuestra.
Os recomiendo este hotel. Es un alojamiento céntrico en Valladolid lleno de ventajas para el turista. Lo más bonito del Hotel Imperial es su hall, esa entrada con tanto mármol y con las escaleras de palacio enamora.
Más mármol encontramos en los baños. Los decoradores optaron por una mezcla de baños antiguos con bañeras de pies sin cubrir con nuevas iluminaciones. Buenos secadores de cabello, eso sí, bien sujetos a la pared por si algún huésped tuviera la tentación de llevárselos.
Lo que se pueden llevar son los restos amenities que te queden. A nosotros pocos restos nos quedaron porque somos una familia que se ducha mucho. Yo tuve que pedirles más champú. Había acabado con el que nos dejaron y el mío me quedara en casa.
En su tiempo de llamaba la Casa Palacio de los Gallo. Mi marido decía que poco palacio era por fuera con aquellas paredes de ladrillo rojo. Mi santo es muy de fachadas de piedra, pero el ladrillo también vale para los palacios. La Alhambra de Granada está construida con ladrillo y ahí la tenemos viendo pasar los siglos.
El hotel está a unos dos minutos de la Plaza Mayor. Pero no es nada ruidoso, sobre todo si pillas habitación en las plantas más altas. Tiene una ubicación fantástica para hacer turismo por Valladolid. Nosotros quedamos encantados. Todo estaba a un paseo de la puerta del hotel.
También quedamos encantados con el personal. Eran amabilísimos. Estaban siempre pendientes de ti. Con las niñas se portaron fenomenal. Hasta me consiguieron una canguro para que su padre y yo pudiéramos ir de cena romántica.