El barrio encantador, ya sabemos que Chueca es uno de los barrios con más y mejor marcha, de todo tipo, de Madrid. Allí nos encontramos este restaurante con un sugerente nombre y no mienten del todo, la cocina es divina pero el servicio, la música, la falta de luz, la dejadez, la incomodidad de las mesas y sillas, el frío o calor según donde te toque sentarte, la comida mediocre o hasta mala según qué pidas o qué día vayas...
Todas estas cosas que comento y alguna más que supongo que irán sucediendo con el tiempo, ya que tampoco se les ha visto intenciones de mejorar cuando intenté darles un voto de confianza y repetir, hacen que este "divino" restaurante deje de serlo de repente y siguiendo así le auguro una vida corta y difícil.
Intentan ser originales y lo consiguen en algunos platos, aunque más en las presentaciones o los nombres que en el resultado final porque al final tienden a la vulgaridad o a ser platos ya muy vistos en cualquier restaurante "moderno". También ocurre que otros igual son demasiado "raros" fusionando ingredientes que no termino de tener claro que sean tan complementarios y también hay algún otro que no saben prepararlo bien y o no tiene ninguna gracia o incluso es hasta malo.
El ambiente es divino, cierto, como ya he comentado Chueca es un barrio fantástico en el que el ambiente gay ha hecho que se cree una atmósfera de libertad y comodidad perfecta aunque seas de lo más hetero.
El servicio tiende a ser malo aunque dependiendo según quién te atienda puede mejorar algo pero de cualquier forma la media es inaceptable. La tradanza en el servicio, el poco caso en el momento de necesitar a un camarero o la falta de explicaciones o desconocimiento de los ingredientes de los platos denota una falta de profesionalidad tremenda. También tengo que destacar negativamente la colocación de las mesas, que es nefasta, ya que igual puedes estar comodísimo que no aguantar una cena tranquila.
Creo que podría ser muy aprovechable con muy pocos cambios.