En pleno Barrio de Salamanca está el Restaurante Finos y Finas. Es un local donde te presentan unos platos más elaborados que los que puedes encontrar en locales de cocina más tradicional.
Se trata de un restaurante donde te sientes cómoda por el ambiente cálido y acogedor que han creado con una decoración tan elegante como sus comidas. No es un local con precios acordes con la crisis. Hay que llevar suficiente dinero porque vas sumando unos 14 euros por un primer plato otro tanto por un segundo, unos 12 euros por un entrante, ídem por un postre y te sale una pasta que tienes que multiplicar por dos si vas en pareja.
Pero vale la pena ir sólo por las deliciosas croquetas de berberechos que sirven. Yo intenté hacerlas en casa y no me salieron ni la mitad de sabrosas.
El resto de platos no me gustan tanto como las croquetas. Para mí son platos excesivamente elabroados. El arroz, por ejemplo, no lo resisto. Te lo preparan con un poco de foie y huevo. Lo que está mucho mejor es un salmorejo madrileño al que le ponen berberechos y caviar de arenque. Mi marido se pirra por los chiprones en su tinta que rellenan con las mismas patitas de los chipirones y con trocitos de jamón ibérico.
De postre recomiendo la tarta de limón casera con tarta. Por un trozo te cobran unos cinco euros.
La comida te puede salir a un precio razonable si pides el precio a la carta que supone un entrante, un plato único y un postre. Eso serían unos veinte euros. Pero si pides más, sube la cuenta.