El Hotel Villamarina Club de Salou es un hotel ideal para unas vacaciones tranquilas en familia o con menos familia. El bullicio te queda lo suficientemente lejos como para no oírlo y lo suficientemente cerca (a unos dos kilómetros) como para trasladarte algún día que te apetezca tomar unas copas lejos del casco antiguo de Salou en el que está el hotel.
En total el hotel dispone de 22 apartamentos divididos en lo que al principio te parecen dos edificios y, una vez dentro, compruebas que es sólo un edificio, ya que están unidos a través de la primera planta del complejo hotelero
Me sorprendió encontrar un hotel más pequeño de lo que pensaba. Otros hoteles de la zona tienen un mayor número de habitaciones y más amplias, por cierto.
El cuarto de baño de nuestra habitación era minúsculo, poco más que el aseo que tenemos en casa. A esto había que sumar la falta de espacio de la habitación. Intentamos que nos quitaran una de las tres camas individuales. Misión imposible. allí no se podía retirar nada. Tuvimos que apretujarnos dos personas adultas, un bebé y las tres camas en un espacio muy reducido.
A las camas había que sumar un armario, unas estanterías, un tocador con un gran espejo. De espejos anduvimos sobrados. Al espejo del tocador se le sumaba un espejo que cubría toda la pared de detrás de lso cabeceros de las camas.
Afortunadamente, llevaba mi propio secador de pelo en la maleta. El secador del baño estaba atado en corto y era imposible poder secarse una melena como la mía con él.
Los precios no son nada baratos. Mi marido tuvo la mala idea de utilizar el teléfono de la habitación para llamar a su madre. Me vinieron ganas de matar a mi suegra y perdonarle la vida a mi esposo cuando vi el extra que nos cargaron por el dichoso teléfono.
De la limpieza no tengo queja. Todo estaba muy limpio. En el cuarto de baño había toallas limpias siempre disponibles.
Lo mejor de nuestra habitación era la terraza. Casi era más grande que el cuarto. No todas las terrazas eran igual de amplias. Nos vino bien para sacar las sillas y así ganar espacio.
El aire acondicionado funcionaba con un sistema mágico. Abrías la puerta de la terraza y se apagaba. Cerrabas la puerta de la terraza y se encendía.
En este hotel no te aburres porque puedes recurrir a la animación casi las 24 horas del día. Tienen programas tanto para niños como para adultos.
Del personal del hotel no tengo queja. Eran muy amables y eficientes, incluidos los del bar.
Todas las comidas las sirven en el restaurante del hotel, incluido el desayuno. No sales con hambre. Para desayunar tienen bacon, salchichas, huevos, jamón, tomate, queso, frutas, cereales, panes variados, zumos, chocolate, café,... Eso sí, debes servirte tú misma.
El menú del almuerzo lo varían cada semana. Yo me decanté por la tortilla de patatas fría. Era lo único que me apetecía. Tortilla y algo de ensalada.
Para cenar os recomiendo el pollo al curry. Estaba delicioso. También estaba rica la paella.
El hotel tiene dos piscinas. Hamacas había de sobra para todos los huéspedes.
Yo pasé más tiempo en el jazcuzzi que en las piscinas. El hidromasaje me relaja mucho más que nadar. Además estaba en una zona muy tranquila, rodeada de plantas y de tumbonas.