Hace años que tengo en casa el Ufesa FS50, un cortafiambres tan viejo como fiable.
Hay que reconocer que es todo un trasto sobre la encimera de la cocina. Si lo tengo es porque lo necesito.
Yo no ando nunca sobrada de tiempo y no hay cosa que me desespere más que estar en la cola de las charcuterías de los supermercados esperando vez. También me desespera que me corten el fiambre en lochas gruesas. Lo quiero todo finito.
La única manera de ahorrar tiempo y de tener un chorizo en lonchas finas es tener el cortafiambres en casa.
El Ufesa FS50 lo puede utilizar hasta un niño. Lo enciendes y ya enseguida lo tienes preparado para ir loncheando el chorizo, el jamón, el queso o lo que quieras cortar. Puedes regular el grosor del fiambre.
Lo malo es que hay que limpiarlo. Yo no paso mucho trabajo porque procuro utilizarlo el día que me viene la asistenta a casa. Es ella la que me lo desmonta y me lo limpia.
Según vas cortando las lonchas van cayendo sobre una bandeja de aluminio que tiene para recoger el fiambre cortado. Es mejor poner un papel para uso alimenticio sobre la bandeja. Me parece mucho más higiénico.
Este trasto no se te mueve. Pierde cuidado de que caiga en el suelo. Pesa una barbaridad. Para moverlo en la encimera tienes que ser poco menos que Rambo. Además tiene unas ventosas que se pegan al mármol de la encimera como la ventosas de los pulpos en las rocas.
Su precio es elevado. Me costó 100 euros. Menos mal que lo usamos una barbaridad y lo tengo más que amortizado. Me parece caro.
Lo que más me fastidia de este cortafiambres es la longitud de su cable. No te llega al metro y tienes que tenerlo muy cerca de un enchufe-