Buenas a todos:
La pasada Semana Santa mi pareja y yo decidimos ir a pasar un par de días, aprovechando que teníamos fiesta hasta el lunes, a la ciudad de Valladolid con la intención de conocerla un poco. Entre otras muchas cosas y guiados por el mapa que nos proporcionó el hotel, vimos este lugar llamado El Campo Grande.
CARACTERÍSTICAS
El Campo Grande es el nombre que le han otorgado a uno de los parques más grandes que nos podemos encontrar en la ciudad de Valladolid. Se encuentra situado al sur de la capital, a muy poca distancia del centro.
Desde la Plaza Mayor, dirigiéndonos por la calle Santiago encontraremos este parque sin pérdida alguna, con su entrada principal desde la Plaza Zorrilla. Como mucho tendréis un recorrido de unos 10 minutos desde la zona antigua de la ciudad.
Tiene forma triangular y en los alrededores hay otros atractivos turísticos como la Iglesia de San Juan de Letrán o el Museo Oriental situados en la zona sur del parque; la Academia de Caballería situado en la zona oeste y la plaza de Colón, la Casa del Príncipe o la Casa Mantilla.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Durante nuestra estancia en la ciudad de Valladolid, visitamos este parque justo por la tarde, después de comer. Primeramente nos dimos una vuelta por la Acera de Recoletos, para admirar las casas que están marcadas como importantes en el plano de la ciudad y posteriormente ver la Plaza de Colón, situada justo a un lado.
En un primer momento accedimos por una de las entradas situadas en esta calle, en vez de entrar por la principal, por la Plaza de Zorilla.
La verdad que mi impresión nada más entrar en este sitio fue retornar mi mente como si estuviera en mi ciudad, en Vitoria. Se trata de un parque bastante grande y dentro hay tanta forestación y plantas que por un momento te hace evadirte de dónde te encuentras realmente.
Paseando por uno de los caminos nos topamos de bruces con un palomar. La verdad es que éste estaba bastante lleno de unas palomas blancas muy curiosas pues tenían una cola muy respingona, la verdad es que no eran unas palomas de lo más común, las típicas de ciudad. Debajo del palomar, nuestra sorpresa fue que había mas animales dentro, todo aves. Allí se podían ver canarios, periquitos, gallinas, loros de pequeño tamaño, perdices, etc.
Después de ver ésto seguimos nuestro paseo por los numerosos caminos que hay dentro cuando nuestra sorpresa fue aun más grande pues nos encontramos con un pavo real y la verdad que se le podía ver desde muy cerca. Él se encontraba de lo más a gusto, se ve que ya tienen bastante experiencia con la gente y las visitas diarias de cada día. Más adelante nos pudimos encontrar con un grupo bien majo de ocas. Éstas eran de varios colores, algunas blancas enteras, unas un poco más marrones y otras más oscuras. Éstas nuevamente de lo más normal, de echo pasaron a un metro de mi y no tenían nada de miedo, muy majillas.
Seguimos con nuestro paseo cuando nos encontramos con un pequeño lago interno. Allí la verdad que había bastantes patos y el paisaje era un regalo para la vista. La verdad que siendo marzo no es que la temperatura fuera nada buena, pero el día acompañaba y ese solecillo rico invitaba a sentarse en un banco y simplemente dedicarnos a disfrutar de aquello. Como nosotros se ve que mucha gente pensó lo mismo y éramos varios los que estábamos sentados en el banco como lagartijas.
Me parece un lugar muy especial para un paseo en familia o pareja. Los más pequeños de la casa no tienen peligro alguno pues no pasa ni un solo coche y además les ayuda a relacionarse con la naturaleza e incluso con animales.
Dentro del propio parque, a su vez, vamos a encontrar dos fuentes. Una de ellas la activaron a media tarde, mucho mejor aspecto encendida que apagada.
Lo mejor de todo fue un momento en que los pavos reales sueltos por todo el parque dieron todo su esplendor de cara al público. Se ve que están en época de celo y cuando la pava se les aproximó un poco, de repente, abrieron en su totalidad sus hermosas colas como un abanico acompañándose con un baile circular. Fue realmente lo más espectacular que he visto en ese parque.
De las ardillas, la verdad que ni rastro, pero el de recepción del hotel nos aseguró que se pueden ver.
CONCLUSIÓN
Como habéis podido comprobar todo son halagos a esta zona de la capital vallisoletana. Igual es que, como estoy acostumbrado a vivir en una ciudad con tanto parque, aquello realmente me resultó familiar y me encantó. Os lo recomiendo sobre todo si decidís dar un paseo, queréis tener un rato tranquilo y si vais con niños mucho mejor porque los animales en libertad dan mucho juego para pasar un día entretenido rodeado de naturaleza.
Un saludo a todos.